"Hijo del hombre, ¿Vivirán estos huesos?" Ezequiel 37:3
¿Puede un pecador transformarse en santo? ¿Se puede enderezar una vida torcida? Solamente hay una
respuesta: "Señor, Jehová, tú lo sabes", Ezequiel 37:3. Nunca hagas mucho ruido con tu lógica religiosa
diciendo: "Oh, sí, con un poco más de lectura bíblica, tiempo devocional y oración, sabré “cómo se
logra".
Es más fácil hacer algo que confiar en Dios. Además, nosotros confundimos el pánico que sentimos con
la inspiración. Por eso, hay tan pocos trabajando con el Señor y tanta gente trabajando para Él. Preferimos
trabajar para Dios que creer en Él. ¿Estoy completamente seguro de que Él hará en mí lo que yo no puedo
hacer? Si nunca me he dado cuenta de que Dios ha hecho algo por mí, entonces en esa medida pierdo las
esperanzas en el hombre. ¿Es mi experiencia personal una realización tan maravillosa del poder y la
fuerza de Dios que jamás perderé la esperanza en lo que Él puede hacer en cualquier persona que yo vea?
¿En realidad ha ocurrido alguna obra espiritual en mí? Mi nivel de actividad debido al pánico es igual al
nivel de mi inexperiencia espiritual personal.
"Yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío", Ezequiel37:12. Cuando Dios quiere revelarte cómo es la
naturaleza humana separada de Él, te lo muestra en ti mismo. Si el Espíritu te ha dado una visión de lo
que eres sin la gracia divina (y Dios solamente lo hace cuando su Espíritu está obrando en ti), entonces
comprendes que no existe un criminal que en la realidad sea la mitad de malo de lo que tú sabes que
potencialmente puedes ser. Dios ha abierto mi "sepulcro" y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no
habita el bien... (Romanos 7:18). El Espíritu Santo les revela continuamente a los hijos de Dios lo que es
la naturaleza humana separada de su gracia.
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