"Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas", Lucas 21:19
Cuando una persona nace de nuevo, durante algún tiempo no tiene la misma energía de antes para pensar
y razonar. Tenemos que aprender a expresar la nueva vida que hay dentro de nosotros y a desarrollar la
mente de Cristo. Lucas 21:19 dice que tomamos posesión de nuestra alma por medio de la paciencia. Pero
muchos de nosotros preferimos quedarnos en el umbral de la vida cristiana, en lugar de seguir adelante para formar y edificar nuestra alma de acuerdo con la nueva vida que Dios nos ha impartido. Fracasamos
porque ignoramos cómo nos hizo Él y le atribuimos hechos al diablo que realmente son el resultado de
nuestra naturaleza indisciplinada. ¡Sólo piensa lo que podríamos ser cuando nos despertemos a la verdad!
Existen ciertos asuntos por los cuales no necesitamos orar; por ejemplo, nuestro estado de ánimo. El mal
humor o el desánimo nunca desaparecerán con la oración, sino expulsándolos de nuestra vida. La
disposición anímica casi siempre tiene su origen en nuestro estado físico y no en el moral. Debemos
esforzarnos continuamente para no prestarle atención al talante en que nos encontramos como resultado
de nuestra condición física y para nunca someternos a él ni por un instante. Tenemos que agarrarnos del
cuello y darnos una buena sacudida. Entonces, descubriremos que podemos llevar a cabo lo que
negábamos con nuestros labios. El problema con la mayoría de nosotros es que no lo queremos hacer. La
vida cristiana es una vida de determinación y valor espiritual que se encarnan en nosotros.
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