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Este versículo relata toda la
historia de la vida cristiana después de la conversión como un horno y una
lámpara. Es el relato de la nación de Israel a lo largo de su historia. Es
una historia de aflicción seguida por la bendición. Para empezar, Israel se
encuentra en un horno, pero luego la lámpara vuelve a brillar de nuevo sobre
ellos. Actualmente se encuentran en el horno y lo han estado durante dos mil
años. Pero las Escrituras dicen que no tardarán en llegar al lugar en el
que, estando aún en el calor del horno, clamarán, pidiendo ser liberados, y
Dios será la lámpara para ellos una vez más. Esta es toda la historia de la vida
cristiana. Una vez que empieza usted a poner el pie en la tierra que le ha
sido dada del poder del Espíritu, descubrirá que Jesucristo es siempre o un
horno o una lámpara para usted. Cuando nuestro yo comienza a amenazar, Él es
un horno que quema, abrasador, que chamusca. Pero cuando la persona es
juzgada, Él se convierte de inmediato en una lámpara que ilumina toda la vida
con su destello y su gloria. ¿Ha descubierto usted esta experiencia? ¿Ha
encontrado el camino a la tierra de la promesa? La única cosa que era preciso que
hiciese Abram era anhelarla. “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de
justicia, porque serán saciados” (Mateo 5:6). Cuando anhelamos esta bendición
y libertad, pasa del dominio de la teología al de la experiencia. Como es posible que haya
descubierto usted, se puede ser un experto en enseñar las verdades respecto a
tener que adaptarse desde el punto de vista espiritual pero no saber nada de
la realidad de esto en la vida. No basta con creer en la doctrina de la
depravación humana. Es preciso que llegue un momento en el que la persona
reconozca la esclavitud bajo la cual vive en su vida, un tiempo en que esta
persona ha tenido que gemir y se sintió repugnada con la revelación que Dios
le ha dado respecto a su propio corazón. Solo entonces puede producirse una
maravillosa libertad, la gloriosa liberación, pudiendo presenciar el
espectáculo satisfactorio de los cananeos huyendo ante usted. Ahora domina
usted las costumbres y hábitos que no pudo conquistar con anterioridad por la fortaleza
del Señor, y toda una tierra nueva de victoria se encuentra extendida ante
usted. Empiece usted donde empezó Abram.
Diga: “Señor Dios, ¿cómo puedo saber que ahora la poseo? Revélame mi
propio corazón y dame Tu liberación”. Padre, haz que pueda conocer la
gracia transformadora del poder del Espíritu en mi vida. No permitas que me
sienta satisfecho viviendo junto a la tierra o sencillamente como un
transeúnte en ella, haz que me sienta inquieto hasta que sea mía y la posea. |
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Aplicación a la vida |
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¿Cuáles son dos factores necesarios
en nuestra experiencia cristiana que han sido diseñados para que seamos
realistas y radiantes? ¿Estamos aprendiendo a apreciar los dos? |
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Versículo para hoy:
martes, 9 de junio de 2020
9 de junio - El horno y la lámpara - Ray Stedman
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