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La frase “permanecer en él”
significa exactamente lo mismo que “tener comunión con él”. El Señor Jesús
dejó esto perfectamente claro cuando dijo, según el evangelio de Juan: “Como
el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así
tampoco vosotros, si no permanecéis en mí” (15:4). Usted puede estar en
Cristo, como miembro de la viña, y que solo aparezcan hojas. Esa es la mera
relación, pero si usted desea que su vida dé fruto, es preciso que se ponga
de manifiesto esa actitud adicional que es permanecer en Él, descansando en
Él. Eso es lo que produce resultados permanentes en la vida. La señal de permanecer es caminar
de la misma manera que caminó Cristo. Eso no significa hacer las mismas cosas
que hizo Jesús; lo que quiere decir es actuar basándonos en el mismo
principio sobre el cual actuó Él, a fin de reflejar la misma clase de
relación con el Padre que tuvo Él. Esa es la señal de la comunión. ¿Cuál fue el secreto del poder de
nuestro Señor? Eso fue lo que hizo que Nicodemo fuese a Él de noche,
intentando averiguar el secreto si podía. Muchos otros acudieron
preguntándose cuál era el secreto de Su poder. Lo asombroso es que Él no
hacía más que decirles a las gentes cuál era, pero nosotros saltamos por
encima de él haciendo caso omiso del mismo. Él dijo: “El Hijo del Hombre no
hace estas cosas por sí mismo”. Es decir: “Yo no estoy haciendo esto; el
Padre que vive en mí lo está haciendo. Yo no hablo estas palabras de mí
mismo; hablo solo lo que oigo decir mi Padre. Es el Padre el que dice las
palabras; es el Padre el que las pronuncia; es el Padre el que realiza la
obra. Yo soy un hombre, a disposición de él, pero él está en mí y está
obrando en mí, y ese es el secreto de las cosas que hago. Yo solamente cuento
con él cada momento que esté obrando y haciendo estas cosas, y él las hace”
(ver Juan 14:10-11). Ese es el gran secreto y esa es una
de las cosas más duras de aprender para los cristianos. ¿Cómo caminó Él?
Caminó teniendo una comunión total, continua e inquebrantable y dependiendo
de la actividad del Padre que habitaba en Él. Esto es algo que da la
impresión de que nos cuesta enormemente aprenderlo. Con nosotros, es el Hijo
de Dios que vive en nosotros, y Él ha venido con el fin de reproducir el
efecto de Su muerte y el poder de Su resurrección, para vivir de nuevo Su
vida en nosotros. Pero nosotros tenemos muchas dificultades con esto. Nuestra
actitud es: “¡Padre, por favor, prefiero hacerlo yo mismo!” Hemos sido
criados con la idea de que nosotros poseemos la habilidad necesaria para
actuar de manera significativa, pensando que Dios está esperando que nosotros
debemos actuar a Su favor y, si le fallamos a Él, todo el programa se vendrá
abajo, pero si logramos algo para Dios, Él debiera estar eternamente
agradecido a nosotros por nuestra fidelidad. Pero el cristiano no ha sido
llamado para hacer esto. El ser cristiano significa mostrar una dependencia
continua, sosegada en que Dios mora en nosotros para poder obrar siempre en
nosotros, reproduciendo el valor de Su muerte y el poder de Su resurrección.
Eso es el cristianismo, y es lo que significa la comunión y lo que quiere
decir además permanecer en Él. Señor, te doy gracias porque Tú
provees para mí, llenándome con Tu vida misma. Te pido en oración que yo
pueda entender esto más y más y que colabore contigo en hacerlo. |
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Aplicación a la vida |
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¿Qué significa tener la vida de
Cristo en nosotros? ¿Hemos comprendido esta realidad perdurable que nos
demostró Jesús a nosotros de manera que podamos caminar con Dios? |
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Versículo para hoy:
martes, 5 de mayo de 2020
5 de mayo - Cómo caminar como lo hizo Él - Ray Stedman
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