Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,
pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel
que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. 1 Pedro 2:9.
Los impíos no pueden
comprender a los píos, se burlan de ellos, convierten su gloria en vergüenza
porque ellos mismos aman la vanidad y buscan la mentira. Las personas entre
quienes el hombre piadoso mora, no lo comprenden; Dios ha hecho que él sea un
extraño y forastero entre ellos. Los que han nacido dos veces tienen una vida
que aquellos que solo han nacido una vez no pueden comprender. Los que han
recibido el Espíritu de Dios tienen un nuevo espíritu dentro de sí que es tan
peculiar que la mente carnal no puede percibir lo que es. Las cosas
espirituales tienen que discernirse espiritualmente. Cuando un hombre se ha
convertido en una nueva criatura en Cristo, las viejas criaturas a su alrededor
no pueden entenderlo. Lo miran y ven que actúa por motivos que no pueden
entender, ven que hay fuerzas que ellos no reconocen que lo mantienen bajo
control, que le infunden energía de las cuales ellos no son partícipes y que él
busca algo que ellos no desean; así que el cristiano se convierte de cierta
manera como Cristo mismo, de quien el poeta canta: «El mundo no nos conoce,
precisamente porque no lo conoció a él» (1 Juan 3:1).
A través de la Biblia en un año: Éxodo
29-32
1 comentario:
Hermoso mensaje... que nuestro actuar sea, entonces conforme a su palabra, para que el mundo le pueda conocer...
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