“Y dijo: Así ha dicho Jehová: Haced en este valle muchas acequias. Porque
Jehová ha dicho así: No veréis viento, ni veréis lluvia, y este valle será
lleno de agua, y beberéis vosotros, y vuestras bestias, y vuestros ganados”.
Tres ejércitos estaban
muriendo de sed y el Señor intervino. Aunque no mandó nube ni lluvias, sin
embargo les dio agua en abundancia. Él no depende de medios ordinarios, sino
que sorprende a su pueblo con novedades de sabiduría y poder. Así vemos más de
Dios de lo que los procesos ordinarios pudieran haber revelado. Aunque el Señor
no aparezca a nuestro favor de la manera que esperamos, o deseamos, o
suponemos, con todo de un modo o de otro Él proveerá para nosotros. Cuán bueno
es mirar por encima de las cosas secundarias, para poder contemplar la faz del
Gran Autor de todo.
¿Tenemos hoy gracia
suficiente para hacer acequias en las cuales pueda correr la bendición divina?
¡Ay! Demasiado a menudo faltamos en mostrar una fe verdadera y práctica. Que en
este día estemos esperando contestaciones a las oraciones. Como la niña que fue
a una reunión en que se iba a orar por lluvia y llevó un paraguas; esperemos
así nosotros verdaderamente y prácticamente que el Señor nos bendiga.
Hagamos
muchas acequias en el valle y esperemos verlas todas llenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario