Versículo para hoy:
sábado, 30 de diciembre de 2023
viernes, 29 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 29 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Hasta aquí nos ayudó Jehová”. 1 Samuel 7:12.
LA expresión “hasta aquí” se asemeja a una mano que señala el pasado. Transcurrieron veinte o setenta años, y sin embargo, “hasta aquí nos ayudó Jehová”. A través de la pobreza, a través de la riqueza, a través de la enfermedad, a través de la salud; en la patria, en el extranjero; en la tierra, en el mar; en honra y en deshonra; en perplejidad, en gozo, en aflicción, en triunfo, en oración y en tentación, “hasta aquí nos ayudó Jehová”. Nos causa placer mirar una extensa avenida de árboles. Es agradable contemplar de un extremo a otro la extensa perspectiva, parecida a un templo verde con sus pilares de ramas y sus arcos de hojas. Es igualmente agradable contemplar la larga avenida de tus años junto a las verdes ramas de misericordia que están arriba, y mirar los sólidos pilares de bondad y fidelidad que sostienen tus alegrías. ¿No hay en las lejanas ramas ningún pájaro que cante?
Pero esta expresión apunta también hacia delante. Cuando un hombre levanta cierta señal y escribe en ella “hasta aquí”, indica que aun no llegó al fin y que, por lo tanto, tiene todavía que recorrer cierta distancia. Más pruebas, más alegrías; más tentaciones, más triunfos; más oraciones, más respuestas; más fatigas, más fuerzas; más luchas, más victorias. Después vienen las enfermedades, los achaques y la muerte. ¿Y con esto se termina todo? ¡No! Hay más todavía: el despertar a la semejanza de Jesús, los tronos, las arpas, los cantos, los salmos, los vestidos blancos, el rostro de Jesús, la compañía de los santos, la gloria de Dios, la plenitud de la eternidad y la inmensidad de la gloria. Anímate, creyente, y con agradecida confianza levanta tu “Ebenezer”, pues el que te ayudó hasta aquí, te ayudará hasta el fin de la jornada. ¡Cuán maravilloso es el panorama que la expresión “hasta aquí” presenta a nuestros ojos, cuando la consideramos a la luz del cielo!
jueves, 28 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 28 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios”. Gálatas 2:20.
CUANDO el Señor en su misericordia pasó cerca de nosotros y nos vio en nuestros pecados, lo primero que dijo fue: “Vive”; dijo esto primero porque su vida es una de las cosas absolutamente esenciales en los asuntos espirituales, y hasta que ella no nos sea concedida, somos incapaces de participar de las cosas del reino. Ahora bien; la vida que la gracia confiere a los santos en el instante de su despertamiento espiritual, no es otra cosa que la vida de Cristo, que, a semejanza de la savia, corre del tronco a las ramas, que en este caso somos nosotros, y establece una viva conexión entre nuestras almas y Jesús. La fe es la gracia que conoce esta unión, pues ha procedido de ella como su primer fruto. La fe es el cuello que une el cuerpo de la Iglesia con su gloriosa Cabeza. La fe se prende del Señor Jesús con firmeza y determinación. Ella conoce su excelencia y su valor, y ninguna tentación podrá inducirla a poner su confianza en otro lugar. Jesucristo se complace tanto en esta gracia celestial, que nunca deja de fortalecerla y sustentarla con el abrazo de amor y con el poderoso apoyo de sus eternos brazos. Aquí se establece luego una viva, sensible y agradable unión que deja correr ríos de amor, de confianza, de simpatía, de complacencia y de gozo, de los cuales tanto la esposa como el esposo les gusta beber. Cuando el alma puede comprender claramente esta unidad entre Cristo y ella, puede sentir como si un solo pulso latiera para ambos y una sola sangre corriera por las venas de los dos. Entonces el corazón está tan cerca del cielo, como este puede estarlo de la tierra, y se prepara para gozar de la comunión más sublime y espiritual.
miércoles, 27 de diciembre de 2023
¡Mujer Verdadera 365 Cronológico!
INVITACIÓN DEL MINISTERIO AVIVA NUESTROS CORAZONES
El propósito de este plan de lectura es que puedas leer toda la Biblia en un año de manera cronológica. Cada día de lectura estará acompañado de un pequeño devocional que te ayudará a profundizar y meditar en los pasajes asignados para cada día. ¡Lee la Biblia con nosotras en un año con el reto «Mujer Verdadera 365 Cronológico»!
DICIEMBRE 27 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“¿Crece el junco sin lodo?” Job 8:11.
EL junco es esponjoso y hueco, y lo mismo es el hipócrita: no hay en él ni substancia ni consistencia. El junco es sacudido de un lado a otro por el viento, y el formalista se rinde a toda influencia. Por esta razón el junco no se rompe con la tempestad, ni los hipócritas se turban con la persecución. Yo no quisiera ser ni engañador ni engañado. Quizás el texto de esta mañana me ayude a examinarme a mí mismo para ver si soy o no un hipócrita. El junco, por naturaleza, vive en el agua, y debe su existencia al lodo y a la humedad. En cuanto el lodo se seca, inmediatamente se seca también el junco. Su verdor depende enteramente de las circunstancias; si hay mucha agua florece, y si no la hay se seca. ¿Es este mi caso? ¿Sirvo a Dios sólo cuando me hallo entre buena compañía o cuando la religión resulta productiva y respetable? ¿Amo a Dios sólo cuando recibo de sus manos comodidades temporales? Si es así, soy un vil hipócrita, y, a semejanza del junco, pereceré cuando la muerte me prive de los goces exteriores. ¿Puedo yo afirmar honestamente que cuando las comodidades corporales han sido escasas y cuando las circunstancias han sido, para la gracia, más bien adversas que propicias, he mantenido firme mi integridad? Entonces tengo esperanza de que haya en mí una piedad genuina y vital. El junco no puede crecer sin lodo, pero los árboles plantados por la diestra de Jehová florecen aun en los años de sequía. El hombre piadoso crece mejor cuando sus recursos terrenales decaen. El que sigue a Cristo por la bolsa es un Judas; los que le siguen por los panes y los peces son hijos del diablo; pero los que lo siguen por amor son sus amados. Señor, haz que mi vida se halle en ti y no en el lodo del favor y de la ganancia de este mundo.martes, 26 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 26 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“El postrer Adán”. 1 Corintios 15:45.
JESÚS es la cabeza representativa de sus elegidos. Como todo heredero de carne y de sangre tiene en Adán un interés personal, Por ser él la cabeza representativa del linaje humano desde el punto de vista de la ley de las obras, así también bajo la ley de la gracia toda alma redimida es una con el Señor del cielo, puesto que él es el Segundo Adán, el Fiador y Substituto de los elegidos en el nuevo pacto de amor. El apóstol Pablo declara que Leví estaba en los lomos de Abraham cuando Melquisedec le salió al encuentro. Es también verdad que el creyente estaba en los lomos de Jesucristo, el Mediador, cuando en la remota eternidad los convenios del pacto de gracia fueron decretados, ratificados y asegurados para siempre. Así, todo lo que Cristo ha hecho, lo ha hecho a favor de toda su Iglesia. Somos crucificados con él y sepultados con él (Col. 2:10-13), y para hacer esto aun más admirable, resucitamos con él y ascendemos con él a las alturas (Ef. 2:6). Es así como la Iglesia ha cumplido la ley y es “acepta en el Amado”. Es así como es mirada con complacencia por el justo Jehová, pues él la mira en Jesús y no como separada de su cabeza representativa. Como el Ungido Redentor de Israel, Jesucristo no tiene nada que sea distinto de su Iglesia. Todo lo que él tiene, lo tiene para ella. La justicia de Adán fue nuestra mientras él la mantuvo, y, cuando pecó, su pecado fue también nuestro. De la misma manera, y por el hecho de ser nuestro representante, todo lo que el Segundo Adán es o hace, pertenece tanto a él como a nosotros. Aquí está el fundamento del pacto de gracia. Este bondadoso sistema de representación y de sustitución que movió a exclamar a Justino mártir: “¡Oh bendito cambio, oh dulce permuta!”, es la base misma del Evangelio de nuestra salvación y tiene que ser recibido con fe inquebrantable y con extático gozo.lunes, 25 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 25 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emmanuel”. Isaías 7:14.
VAYAMOS hoy a Bethlehem, y en compañía de los pastores y de los magos veamos al que ha nacido Rey de los Judíos, pues nosotros, por la fe, podemos afirmar que tenemos interés en él y que podemos cantar: “Un niño nos ha nacido, hijo nos es dado”. Jesús es Jehová encarnado, es nuestro Señor y nuestro Dios; y al mismo tiempo nuestro hermano y nuestro amigo. Adorémoslo y admirémoslo. Notemos, en primer lugar, su milagrosa concepción. Nunca antes se había oído que una virgen concibiera y diera a luz un hijo. “Jehová ha creado una cosa nueva sobre la tierra; una mujer obtendrá un varón”. La primera promesa dice así: “La simiente de la mujer”; no dice: “el vástago del hombre”. Ya que la osada mujer introdujo el pecado que nos trajo como consecuencia el Paraíso perdido, ella misma es la que por su Hijo nos introduce al Paraíso recuperado. Nuestro Salvador, aunque era verdadero hombre, era, en cuanto a su naturaleza humana, el Santo de Dios. Por el poder del Espíritu Santo, nació de la virgen sin la mancha del pecado original que pertenece a todos los que son nacidos de la carne. Inclinémonos reverentemente ante el Santo Niño, cuya inocencia devuelve a la naturaleza humana su antigua gloria. Oremos para que él, que es la esperanza de gloria, pueda ser formado en nosotros. No dejes de notar su humilde parentela. El pasaje de esta mañana describe a su madre como una simple “virgen”; no como una princesa, o como una profetisa, o como una matrona de cuantiosa fortuna. Es cierto que su linaje no era despreciable, pues sangre de reyes corría por sus venas; y que su mente no era frágil ni ignorante, pues pudo cantar muy dulcemente un cántico de alabanza, pero, a pesar de esto, ¡cuán humilde era su posición, cuán pobre el hombre de quien era prometida y cuán miserables las comodidades ofrecidas al Rey recién nacido! Así la pobreza quedó consagrada y los hombres de condición humilde son elevados a una posición de honor. Todo creyente es un retrato de Cristo, pero un creyente pobre es el retrato mismo, puesto en el mismo marco de pobreza que rodea la imagen del Maestro. Nosotros juzgamos iguales todos los días, sin embargo, ya que el tiempo y la costumbre general traen hoy a nuestras mentes pensamientos relacionados con Jesús, recordemos con gozo el glorioso nacimiento de nuestro querido Redentor. Para el alma renovada cada día debiera ser el cumpleaños del Salvador. En medio de todo lo que en las circunstancias del nacimiento de Emmanuel es humillante, hay mucho que es honorable. ¿El nacimiento de quién fue alguna vez anunciado por una larga serie de profecías o ansiado por tantos corazones? ¿Quién sino Ël puede gloriarse de tener un precursor que lo señale como el Hombre que había de venir? ¿Cuándo los ángeles cantaron a medianoche, o cuándo Dios puso en el cielo una nueva estrella? ¿A la cuna de quién acudieron espontáneamente los ricos y los pobres, para llevar ofrendas sinceras y voluntarias? ¡Bien puede regocijarse la tierra, bien pueden los hombres dejar sus trabajos para celebrar el gran cumpleaños de Jesús! ¡Oh Bethlehem, casa de pan, nosotros vemos en ti, satisfechas para siempre, nuestras esperanzas! El, el Salvador prometido tiempo ha, nos introduce en la edad de oro. Que la alegría reine en este momento; que los cánticos sagrados y la dulce música del corazón acompañen a nuestras almas en sus éxtasis de gozo. El precioso nombre “Emmanuel” es indeciblemente encantador. Es este un nombre apropiado para labios de querubines, pero, por la maravillosa condescendencia de Dios, sólo los hombres lo pueden pronunciar. El no está tanto con los serafines como está con nosotros. Dios está con nosotros, en nuestra naturaleza, en nuestra aflicción, en la obra de nuestra vida, en nuestra pena, en nuestro sepulcro y ahora, o más bien, nosotros estamos con él en la resurrección, en la ascensión, en el triunfo y en la segunda gloriosa venida. Que tengamos todo este día comunión espiritual con Emmanuel.domingo, 24 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 24 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Por amor de vosotros se hizo pobre”. 2 Corintios 8:9.
EL Señor Jesucristo fue eternamente rico, glorioso y exaltado, pero “por amor de vosotros se hizo pobre, siendo rico”. Como el creyente rico no puede ser sincero en su comunión con sus hermanos pobres, a no ser que con sus bienes ministre a las necesidades de esos hermanos pobres, así también (ya que rige una misma ley tanto para la cabeza como para los miembros) es imposible que nuestro Señor Jesucristo pueda haber tenido comunión con nosotros, a no ser que nos haya hecho partícipes de sus abundantes riquezas y se haya hecho pobre para hacernos ricos. Si él hubiese permanecido en su trono de gloria y nosotros hubiésemos continuado en las ruinas de la caída, sin salvación, la comunión habría sido imposible por ambas partes. Nuestra posición de hombres caídos hace tan imposible que (fuera del pacto de gracia) haya comunión entre nosotros y Dios, como que la haya entre Cristo y Belial. Para que esa comunión pueda ser lograda, es necesario que el pariente rico otorgue sus bienes a sus parientes pobres, que el justo Salvador dé su perfección a sus hermanos pecadores y que nosotros, pobres y culpables criaturas, podamos tomar en su plenitud, gracia por gracia. Y así, dando y recibiendo, el uno desciende de las alturas y el otro asciende de las profundidades y pueden así abrazarse recíprocamente en sincera y cordial comunión. La pobreza, antes de aventurarse a tener comunión, tiene que ser enriquecida por aquel en quien están los tesoros infinitos; y la culpa, antes de que el alma pueda andar en comunión con la pureza, tiene que desaparecer en la justicia impartida. Jesús tiene que vestir a su pueblo con sus propios vestidos, de lo contrario no lo puede admitir en su palacio de gloria; Jesús debe lavar a los suyos en su propia sangre, de lo contrario no estarán en condiciones de recibir su abrazo de comunión. ¡Oh creyente!, aquí hay amor. Por amor de ti Jesús se hizo pobre para elevarte a la comunión con él.sábado, 23 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 23 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Amigo, sube arriba”. Lucas 14:10.
viernes, 22 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 22 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Yo soy tu Dios que te esfuerzo”. Isaías 41:10.
DIOS cuenta con una importante reserva de fuerzas para cumplir con sus compromisos, pues él puede hacer todas las cosas. Creyente, hasta que no agotes el océano de la omnipotencia, hasta que no rompas en pedazos las elevadas montañas de su fuerza todopoderosa, no tienes necesidad de temer. Ni pienses que la fuerza del hombre podrá alguna vez vencer al poder de Dios. Mientras permanezca la tierra, tienes suficiente motivo para estar firme en la fe. El mismo Dios que hace andar la tierra en su órbita, que mantiene encendido el fuego del sol y que adereza las lámparas del cielo, ha prometido darte diariamente las fuerzas que necesitas. Mientras él sea capaz de sostener el universo, no temas que resulte incapaz de cumplir con sus promesas. Recuerda lo que hizo en los días de la antigüedad, en las generaciones pasadas. Recuerda cómo él habló y fue hecho, mandó y quedó firme. El que creó el mundo, ¿se fatigará? El cuelga el globo sobre la nada. El que hizo esto, ¿será incapaz de sostener a sus hijos? ¿Dejará de cumplir su palabra por falta de poder? ¿Quién es el que detiene la tempestad? ¿No es él el que cabalga sobre las alas del viento, el que hace de las nubes su carroza y tiene el océano en la palma de su mano? ¿Cómo, pues, te puede faltar? Ya que él ha puesto en su Palabra una promesa tan fiel como esta, ¿por qué deseas dar cabida en tu mente al equivocado pensamiento de que él ha prometido más de lo que podía, y que en sus promesas ha ido más allá de lo que puede cumplir? ¡Oh!, no, tú no puedes dudar más. ¡Oh tú, que eres mi Dios y mi fortaleza, yo creo que esta promesa se cumplirá, pues los ilimitados alfolíes de tu gracia nunca quedarán exhaustos, y los rebosantes depósitos de tu poder nunca podrán ser vaciados por tus amigos ni robados por tus enemigos!jueves, 21 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 21 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Sin embargo, él ha hecho conmigo pacto perpetuo”. 2 Samuel 23:5.
ESTE pacto es de origen divino. “Él ha hecho conmigo pacto perpetuo”. ¡Cuán grande es la palabra ÉL! ¡Detente, alma mía! Dios, el eterno Padre, ha hecho, sin duda, un pacto contigo. Sí, aquel Dios que creó el mundo con una palabra, se inclinó desde su majestad, tomó fuertemente tu mano e hizo contigo un pacto. ¿No es este un hecho cuya estupenda afabilidad puede (si realmente lo entendemos) encantar para siempre nuestros corazones? “Él ha hecho conmigo un pacto”. Aunque eso sería algo, no ha sido un rey el que ha hecho un pacto conmigo, sino el Príncipe de los reyes de la tierra, Shaddai, el Señor Omnipotente, Jehová de los siglos, el eterno Elohim. “Él ha hecho conmigo pacto perpetuo”. Pero mira que este pacto es particular en su aplicación. “Sin embargo, él ha hecho conmigo pacto perpetuo”. En esto precisamente consiste la bondad de este pacto para cada creyente. A mí no me aprovecha nada que él haya hecho la paz con el mundo; lo que necesito saber es si él ha hecho la paz conmigo. A mí me vale poco que haya hecho un pacto; lo que yo necesito saber es si él ha hecho un pacto conmigo. ¡Bendita es la seguridad de que él ha hecho un pacto conmigo! Si el Espíritu Santo me da esta seguridad, entonces su salvación es mía, su corazón es mío, él mismo es mío: Él es mi Dios. Este pacto es eterno en su duración. Un pacto eterno significa un pacto que no tiene principio y que no tendrá fin jamás. ¡Cuán agradable es saber, en medio de todas las incertidumbres de la vida, que “el fundamento de Dios está firme”, y que ésta es su promesa: “No olvidaré mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios”! A semejanza de David proclamaré este pacto, aunque mi casa no esté en tan buena relación con Dios como lo desea mi corazón.
miércoles, 20 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 20 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Con amor eterno te he amado”. Jeremías 31:3.
ALGUNAS veces el Señor Jesús manifiesta a su Iglesia sus pensamientos amorosos. Él no considera suficiente manifestar esos pensamientos a espaldas de su Iglesia, sino lo hace en su misma presencia diciendo: “Tú eres hermosa, amiga mía”. En realidad, no es esta su manera corriente de proceder. Él es un amante sabio y sabe cuándo retener la declaración de amor y cuándo expresarla. Pero hay veces cuando no hace de ella un secreto, veces cuando la declara abiertamente a las almas de su pueblo. A menudo y en forma muy agradable el Espíritu Santo da testimonio del amor de Jesús a nuestros espíritus. Él toma de las cosas de Cristo y nos las hace saber. Aunque no oímos ninguna voz de las nubes, ni vemos ninguna visión en la noche, sin embargo, tenemos un testimonio más seguro que el que esas manifestaciones podrían darnos. Si un ángel descendiera del cielo y enterase a algún creyente acerca del amor que le profesa el Salvador, el testimonio que tendría con esa declaración no sería ni un ápice mayor que el que le da el Espíritu Santo. Pregunta a los creyentes que han vivido más cerca de las puertas del cielo, y ellos te dirán que han tenido momentos cuando el amor que Cristo les profesa, ha sido para ellos un hecho tan evidente y seguro, que para dudarlo les sería menester dudar de sus propias existencias. Sí, amado creyente, tú y yo hemos tenido “tiempos de refrigerio de la presencia del Señor”, y entonces nuestra fe ha ascendido a la cumbre de las alturas de la seguridad. Hemos tenido fe para apoyar nuestras cabezas en el seno de nuestro Señor, y, a semejanza de Juan cuando estaba en aquella postura, no hemos dudado del amor de Jesús. Él nos ha besado con los besos de su boca y con su fuerte abrazo mató nuestras dudas. Su amor ha sido a nuestras almas más dulce que el vino.
DICIEMBRE 19 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Las suertes se echan en el regazo; pero su entera decisión es de Jehová”. Proverbios 16:33.
SI la decisión de las suertes es de Jehová, ¿de quién es la disposición de nuestra vida? Si el Señor guía el simple echar suertes, ¿cuánto más guiará los eventos de nuestra vida, especialmente si tenemos en cuenta lo que dijo el Salvador: “Vuestros cabellos están todos contados; ni un pajarillo cae a tierra sin vuestro Padre”? Querido amigo, el recuerdo de esta promesa debiera llevar a tu ánimo una calma santa; debiera quitar de tu mente la ansiedad, a fin de que así puedas andar en paciencia, en calma y en alegría. Cuando un hombre está dominado por la ansiedad no puede orar con fe; cuando está turbado con las cosas del mundo, no puede servir al Maestro, pues sus pensamientos lo están sirviendo a él y no a su Señor. “Si tú buscaras primeramente el reino de Dios y su justicia todas las demás cosas te serían añadidas”. Cuando te angustias por tu suerte y por tus circunstancias, te estás entrometiendo en los asuntos de Cristo y estás descuidando los tuyos. Has estado procurando “proveerte” de trabajo, y has olvidado que lo que a ti te corresponde es obedecer. Sé sabio y procura obedecer, deja a Cristo el proveer. Ven, e inspecciona los depósitos de tu Padre y pregúntale si, después de haber almacenado tanta abundancia, te dejará morir de hambre. Contempla su clemente corazón, a ver si es posible que alguna vez se muestre cruel; contempla su inescrutable sabiduría, a ver si es posible que se halle alguna vez confundida. Sobre todo, mira a Jesucristo, tu Intercesor, y mientras él intercede por ti, pregúntate si es posible que tu Padre te trate sin compasión. Si él recuerda a los pajarillos, recordará también al más humilde de sus hijos. “Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo”.
DICIEMBRE 18 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Rasgad vuestros corazones y no vuestros vestidos”. Joel 2:13.
El quebrantamiento del corazón es una obra que realiza Dios y que el hombre siente profundamente. Es un dolor misterioso que se experimenta personalmente, no como una mera formalidad, sino como una profunda y conmovedora obra que el Espíritu realiza en lo íntimo del corazón de cada creyente. Este no es un asunto del que meramente debe hablarse y en el que sólo hay que creer, sino es algo que debe ser vivamente sentido por cada uno de los hijos de Dios. El texto nos ordena rasgar nuestros corazones, pero ellos, por naturaleza, son duros como el mármol. ¿Cómo, pues, podrán ser rasgados? Llevémoslos al Calvario. Con la voz del agonizante Salvador las rocas se hendieron. Esa voz aun tiene poder. ¡Oh bendito Espíritu!, haznos oír esa voz de Jesús y nuestros corazones se rasgarán como los hombres rasgan sus vestidos en el día de su lamentación.
DICIEMBRE 17 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Heme acordado de ti”. Jeremías 2:2.
NOTEMOS que Cristo se goza en pensar en su Iglesia y en contemplar su belleza. Como el pájaro vuelve a menudo a su nido y el viajante se apresura para llegar a su hogar, así también la mente va siempre en busca del objeto de su preferencia. Nunca podemos contemplar demasiado a menudo el rostro que amamos; deseamos tener siempre delante de nuestra vista las cosas que nos son queridas. Pasa lo mismo con el Señor Jesús. Desde la eternidad “sus delicias eran con los hijos de los hombres”. Sus pensamientos se trasladaron al tiempo cuando sus elegidos nacerían en el mundo. Los vio en el espejo de su presciencia. Él dice: “En tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”. Cuando el mundo fue formado, él estaba allí; “él estableció los términos de los pueblos según el número de los hijos de Israel”. Antes de su encarnación, descendió muchas veces a este suelo en semejanza de hombre. En el valle de Mamre (Gén. 18:1); junto al vado de Jacob (32:24-30); debajo de los muros de Jericó (Jos. 5:13) y en el horno de fuego ardiendo (Dan. 3:19-25), el Hijo del hombre visitó a su pueblo. Su alma se deleita en los suyos; él no vive tranquilo lejos de ellos, pues los ama entrañablemente. Nunca estuvieron ausentes del corazón de Jesús, pues él ha escrito sus nombres en sus manos y los ha grabado en su costado. Como el pectoral, que contenía los nombres de las tribus de Israel, era el adorno más brillante que llevaba el sumo sacerdote, así los nombres de los elegidos de Cristo constituyen sus joyas más preciosas que resplandecen en su corazón. Quizá nosotros nos olvidemos frecuentemente de meditar en las perfecciones de nuestro Señor, pero él nunca deja de recordarnos. Reprendámonos a nosotros mismos por este olvido y pidamos a Dios que nos conceda la gracia de recordarlo siempre con mucho afecto. Señor, graba en los ojos de mi alma la imagen de tu Hijo.sábado, 16 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 16 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Venid a mí”. Mateo 11:28.
EL clamor de la religión cristiana está encerrado en esta dulce palabra: “Ven”. La ley judaica dice duramente: “Ve, y mira bien por donde caminas; si quebrantas los mandamientos, perecerás; si los guardas, vivirás”. La ley era una dispensación de terror que atraía a los hombres con castigos, pero el Evangelio los atrae con cuerdas de amor. Jesús es el buen pastor que va delante, rogando a las ovejas que lo sigan y atrayéndolas con esta dulce invitación: “Ven”. La ley aleja, el Evangelio atrae. La ley muestra la distancia que hay entre Dios y el hombre; el Evangelio pone un puente sobre aquel espantoso precipicio y persuade al pecador a que lo cruce. Desde el comienzo de tu vida espiritual hasta que entres en la gloria, Cristo te dirá: “Ven, ven a mí”. Jesús es como una madre que extiende su dedo a su hijito y lo invita a caminar diciéndole: “Ven”. El siempre va delante de ti, rogándote que lo sigas como sigue el soldado a su capitán. Jesús irá siempre delante de ti para abrirte el camino y quitar los estorbos de tu sendero, y tú oirás su animadora voz que te invita a seguirlo por toda la vida. Y en la solemne hora de la muerte, estas serán las dulces palabras con las que te introducirá en el mundo celestial: “Ven, bendito de mi Padre”. Aun más: Esta invitación que él te hace a ti, será (si eres creyente) la que tú le harás a él: “Ven, ven”. Tú anhelarás su segunda venida; dirás continuamente: “Ven presto, Señor Jesús”. Ansiarás tener una comunión más íntima con él. Cuando su voz te diga “ven”, tú le responderás: “Ven, Señor, habita en mí. Ven ocupa tú sólo el trono de mi corazón; reina en él sin rival, y conságrame por completo a tu servicio”.
viernes, 15 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 15 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Orpha besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella”. Rut 1:14.
LAS dos amaban a Noemí; por eso salieron con ella cuando volvía a la tierra de Judá. Pero llegó la hora de la prueba. Noemí puso delante de cada una de ellas, muy desinteresadamente, las pruebas que les aguardaban, y les pidió que si deseaban tranquilidad y comodidad, se volviesen a sus amigos moabitas. Al principio las dos declararon que deseaban echar sus suertes con el pueblo de Dios. Pero después de una nueva consideración, Orpha, con mucho dolor y con un respetuoso beso, dejó a su suegra, y con ella, a su pueblo y a su Dios. En cambio Ruth se entregó de todo corazón al Dios de su suegra. Una cosa es amar los caminos del Señor cuando todo nos va bien, y muy otra cosa es permanecer en ellos cuando estamos pasando por desalientos y dificultades. El beso de la profesión exterior es muy fácil y vale poco, pero la íntima unión con el Señor, que se manifiesta decididamente a favor de la santidad y de la verdad, vale mucho. ¿Cuál es nuestra posición ante esta verdad? ¿Está nuestro corazón unido a Cristo Jesús? “¿Hemos atado sacrificios con cuerda a los cuernos del altar?” ¿Hemos calculado el costo y nos hemos dispuesto formalmente a sufrir pérdidas terrenales por causa del Maestro? Si es así, lograremos una abundante recompensa, pues los tesoros de Egipto no pueden ser comparados con la gloria que ha de ser revelada. No sabemos más nada de Orpha. En medio de grata tranquilidad y de placeres idolátricos, su vida desaparece en la obscuridad de la muerte. Pero Ruth vive en la historia y en el cielo, pues la gracia la ha colocado en la noble línea de donde vino el Rey de reyes. Serán benditas entre las mujeres las que por amor a Cristo renuncian a todo. Pero olvido y peor que olvido recibirán las que en la hora de la tentación fuerzan sus conciencias y vuelven al mundo.jueves, 14 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 14 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Irán de fortaleza en fortaleza”. Salmo 84:7.
“IRÁN de fortaleza en fortaleza”. Hay varias traducciones de estas palabras, pero todas contienen la idea de progreso. Nuestra versión dice: “Irán de fortaleza en fortaleza”; es decir, se fortalecerán más y más. Por lo regular, si caminamos, vamos de fortaleza a debilidad; empezamos, descansados y con buena disposición, pero enseguida el camino se presenta escabroso, el sol quema y nos detenemos junto al camino. Momentos después, proseguimos penosamente nuestro fatigoso camino. Pero el peregrino cristiano, que ha obtenido nuevas provisiones de gracia, está tan vigoroso después de varios años de fatigoso viaje, como cuando empezó. Quizá no se halle tan animado, ni sea tan ferviente y decidido en su celo como lo era una vez, pero, sin embargo, es mucho más fuerte en todo aquello que constituye un poder real; y aunque viaja más lentamente, viaja, sin embargo, con mayor seguridad. Algunos canosos veteranos han sido tan firmes en retener la verdad y tan celosos en difundirla como lo eran en sus días juveniles. Pero, ¡ay!, tenemos que confesar que no en todos los casos ha sido así, pues el amor de muchos se resfría y la iniquidad abunda, pero esto se debe al pecado de ellos y no a la promesa que continúa en toda su fuerza: “Los mancebos se fatigan y se cansan; los mozos flaquean y caen. Mas los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán”. Los espíritus malhumorados se detienen y se afligen acerca del futuro, diciendo: “¡Ay!, iremos de aflicción en aflicción”. Tienes razón, hombre de poca fe, pero irás también de fortaleza en fortaleza. Nunca hallarás un manojo de aflicción que no contenga suficiente gracia. Dios nos dará suficientes fuerzas para llevar las cargas.
miércoles, 13 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 13 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Sal sin tasa”. Esdras 7:22.
LA sal se usaba en toda “ofrenda encendida a Jehová”; y, por sus propiedades preservativas y purificadoras, era la sal un grato emblema de la gracia divina en el alma. El hecho de que Artajerjes haya dado al sacerdote Esdras sal sin tasa, es digno de nuestra atenta consideración; y cuando el rey de reyes distribuya dones entre su real sacerdocio, no disminuirá la cantidad. Nosotros estamos a menudo estrechos en nosotros mismos, pero nunca en el Señor. El que desee juntar mucho maná, comprobará que puede juntar todo lo que quiera. No hay tal hambre en Jerusalén que a sus ciudadanos les sea necesario comer el pan por peso y beber el agua por medida. Sin embargo, hay en la dispensación de la gracia algunas cosas que se miden. Por ejemplo: Nuestra hiel y nuestro vinagre se nos dan con tal precisión que nunca tenemos una gota de más, pero, en cuanto a la sal de la gracia, se nos da sin ninguna restricción. “Pide todo lo que quisieres y te será hecho”. Los padres tienen que guardar en el armario las frutas y los dulces, pero no necesitan guardar el salero, pues pocos niños comerán con gusto la sal. Un hombre puede tener demasiado dinero o demasiada fama, pero no puede tener gracia por demás. Cuando Jesurún engrosó en la carne, dio coces contra Dios, pero no hay temor de que un hombre llegue a estar demasiado lleno de gracia. Un "exceso" de gracia es imposible. Las muchas riquezas traen muchas ansiedades, pero la mucha gracia trae mucho gozo. Cuando aumenta el saber aumenta la aflicción, pero cuando hay abundancia del Espíritu, hay plenitud de gozo. Creyente, ve al trono y pide una abundante provisión de sal celestial. La sal sazonará tus aflicciones, pues sin sal son insípidas. La sal preservará tu corazón de la corrupción y matará tus pecados. Tú necesitas mucha sal; busca mucha y tendrás mucha.
martes, 12 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 12 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Sus caminos son eternos”. Habacuc 3:6.
LO que Dios ha hecho una vez, lo hará aun otra vez. Los caminos del hombre son variables, pero los caminos de Dios son eternos. Hay muchas razones que nos convencen de esta consoladora verdad. Entre ellas están las siguientes: Los caminos del Señor son el resultado de su sabia deliberación. La acción humana es frecuentemente la precipitada consecuencia de la pasión o del temor, y es seguida por el pesar y por la mudanza. Pero no hay nada que pueda tomar de sorpresa al Todopoderoso, ni que suceda distintamente de cómo Él lo ha previsto. Sus caminos son el resultado de su inmutable carácter, y en ellos pueden verse claramente los eternos atributos de Dios. A menos que el Eterno experimente algún cambio, sus caminos, que no son otra cosa que él mismo puesto en acción, tienen que permanecer eternamente los mismos. ¿Es Él, eternamente justo, misericordioso, fiel, sabio y tierno? Entonces sus caminos tienen que distinguirse por las mismas excelencias. Los seres obran de acuerdo con su naturaleza. Cuando esa naturaleza cambia, varía también su conducta; pero ya que Dios no puede conocer ni sombra de variación, sus caminos permanecerán eternamente los mismos. Además no hay causa exterior que pueda trastornar los caminos divinos, pues ellos son la personificación de un poder irresistible. El profeta dice que cuando sale para salvar a su pueblo, la tierra se hiende con los ríos, los montes tiemblan, la hondura alza sus manos y el sol y la luna se paran en su estancia. ¿Quién puede detener su mano o decirle: qué haces? Pero no es sólo el poder lo que da estabilidad. Los caminos de Dios son la manifestación de los eternos principios de la justicia, y, por lo tanto, nunca pueden perecer. El error engendra decadencia y trae ruina, pero la verdad y el bien tienen en sí mismos una vitalidad que los siglos no pueden reducir. Acerquémonos con confianza esta mañana a nuestro Padre Celestial.
lunes, 11 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 11 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Fiel es el que os ha llamado, el cual también lo hará”.
1 Tesalonicenses 5:24.
EL cielo es un lugar donde no pecaremos más; un lugar donde dejaremos de vigilar constantemente contra el infatigable enemigo, pues allí no habrá tentador que ponga trampas a nuestros pies. Allí el impío deja de molestar, y el fatigado descansa. El cielo es la “herencia incorruptible”, es el reino de perfecta santidad y de completa seguridad. Pero ¿no gustan también los santos que están en la tierra de esa bendita seguridad? La Palabra de Dios enseña que todos los que permanecen unidos al Cordero están seguros, que todos los rectos perseverarán en sus caminos y que los que han confiado sus almas al cuidado de Cristo, lo hallarán fiel e inmutable preservador. Sostenidos por esta doctrina, aun en la tierra podemos gozar de seguridad; no, por cierto, de aquella sublime y gloriosa seguridad que nos liberta de todo error, sino de aquella que nos viene de la segura promesa de Jesús: que ninguno de los que en él creen se perderá, sino estará con él donde él está. Creyente, pensemos a menudo en la doctrina de la perseverancia de los santos, y glorifiquemos la fidelidad de nuestro Dios, depositando en él una santa confianza. Que nuestro Dios te haga sentir la seguridad que tienes en Cristo Jesús, que te convenza de que tu nombre está esculpido en sus manos y que te recuerde esta promesa: “No temas, que yo soy contigo”. Mira a Jesús, que es el gran Fiador del pacto, fiel y verdadero, y que por lo tanto, está interesado y empeñado en presentarte delante del trono de Dios en compañía de toda la familia elegida. Y al estar en tan dulce contemplación, beberás el zumo de las granadas del Señor y gustarás los delicados frutos del Paraíso.
Si puedes creer sin vacilación que “fiel es el que os ha llamado, el cual también lo hará”, gozarás anticipadamente de los placeres que encantan a las almas de los santos.
DICIEMBRE 10 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Así estaremos siempre con el Señor”. 1 Tesalonicenses 4:17.
¡CUÁN breves y transitorias son las gratísimas visitas de Cristo! Por un momento nuestros ojos lo ven y nos regocijamos con gozo inefable y glorificado, pero al instante no lo vemos más, porque nuestro amado se aparta de nosotros. Semejante al gamo o al cabrito de los ciervos, salta él sobre los montes escarpados. Nuestro amado se ha ido al país de las especias y no apacienta más entre los lirios. ¡Oh cuán agradable es esperar aquel tiempo cuando no lo contemplaremos más desde cierta distancia sino lo veremos cara a cara; cuando no será como un viajante que permanece sólo una noche, sino nos abrazará eternamente en el seno de su gloria; cuando no lo veremos por un corto tiempo, sino que “nuestros ojos por millones de años contemplarán absortos las bellezas del Redentor, y por miríadas de siglos lo adoraremos por los portentos de su amor”! En el cielo no habrá interrupciones a causa de la ansiedad o del pecado; las lágrimas no empañarán más nuestros ojos; los negocios terrenales no distraerán nuestros felices pensamientos; nada nos impedirá contemplar con infatigables ojos al Sol de Justicia. ¡Oh!, si es tan agradable verlo aquí de vez en cuando, ¡cuánto más agradable será contemplar eternamente aquel bendito rostro, sin que jamás se interponga nube alguna y sin que tengamos que apartar de él nuestros ojos para fijarlos en un mundo de fatiga y de ayes! ¡Bendito día!, ¿cuándo amanecerás? ¡Levántate, oh Sol de Justicia! Los goces de los sentidos pueden abandonarnos cuando les gusten, pues eso nos dará cumplida satisfacción. Si morir es entrar en ininterrumpida comunión con Jesús, entonces la muerte es en verdad una ganancia, y la gota negra desaparece en un mar de victoria.
sábado, 9 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 9 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Empero Jehová esperará para tener piedad de vosotros”. Isaías 30:18.
DIOS tarda frecuentemente en responder a las oraciones. En las Escrituras tenemos varios ejemplos de esto. Jacob no obtuvo la bendición del ángel “hasta que rayaba el alba”; para conseguirla tuvo que luchar toda la noche. La pobre sirofenicia esperó mucho antes de que su petición fuese contestada. Pablo rogó tres veces al Señor que le quitase el “aguijón de la carne”, y no recibió seguridad de que le sería quitado, pero, en cambio, recibió la promesa de que la gracia de Dios le bastaría. Si has estado llamando a la puerta de la misericordia y no has recibido respuesta, ¿debo decirte por qué el poderoso Hacedor no ha abierto esa puerta para dejarte entrar? Nuestro Padre tiene sus razones para hacernos esperar. A veces lo hace para manifestar su poder y su soberanía, a fin de que los hombres sepan que Jehová tiene derecho a dar o a rehusar. La demora redunda muy frecuentemente en nuestro provecho. Quizá Dios te mantiene esperando para que tus deseos sean más fervientes. Dios sabe que la demora avivará y acrecentará tus deseos, que si él te hace esperar verás más claramente tu necesidad y procurarás con más fervor satisfacerla, y que, por haber demorado tanto, apreciarás mucho más la bendición pedida. Quizá haya en ti algún mal que debe ser quitado antes de que se te conceda el gozo del Señor. Quizá tus opiniones acerca del Evangelio sean confusas, o acaso estés confiando un poco en ti mismo, en lugar de confiar enteramente en Jesús. También puede ser que Dios te haga esperar un poco de tiempo para mostrarte al fin, con mayor plenitud, las riquezas de su gracia. Todas tus oraciones están anotadas en el cielo, y aunque no sean contestadas inmediatamente, puedes estar seguro de que no han sido olvidadas, sino que Dios dentro de poco las contestará para tu gozo y satisfacción.
viernes, 8 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 8 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Tú tienes unas pocas personas en Sardis que no han ensuciado sus vestiduras, y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignos”.
Apocalipsis 3:4.
ENTENDEMOS que esto se refiere a la justificación. “Andarán en vestiduras blancas”, es decir, gozarán de una constante conciencia de su justificación por la fe; sabrán que la justicia de Cristo les es imputada, que han sido lavados y emblanquecidos más que la nieve. Además, este pasaje se refiere al gozo y a la alegría, pues las vestiduras blancas eran, entre los judíos, vestidos de fiesta. Los que no han ensuciado sus vestiduras tienen sus rostros siempre alegres. Ellos entenderán lo que Salomón quiere decir en el siguiente pasaje: “Anda y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón. En todo tiempo sean blancos tus vestidos, porque tus obras ya han sido aceptadas por Dios”. El que es aceptado por Dios usará, mientras anda en dulce comunión con el Señor Jesús, los blancos vestidos del gozo y de la alegría. ¿De dónde proceden tantas dudas, tanta miseria y tanto dolor? Muchos creyentes ensucian sus vestiduras con el pecado y con el error, y a causa de esto pierden el gozo de su salvación y la consoladora comunión con el Señor Jesús, es decir, no andan en vestiduras blancas. Esta promesa se refiere también a los que andan en vestiduras blancas delante del trono de Dios. Los que no han ensuciado sus vestiduras aquí, andarán ciertamente en ropas blancas allá, donde las huestes vestidas de blanco cantan al Altísimo perpetuas aleluyas. Poseerán inconcebible gozo, felicidad no soñada, bienaventuranza inimaginable y una felicidad mayor de la que puedan desear. Los “perfectos de camino” tendrán todo esto, no por mérito ni por obras, sino por gracia. Ellos andarán con Cristo en vestiduras blancas porque él los ha hecho dignos. En su grata compañía beberán de las fuentes de aguas vivas.
jueves, 7 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 7 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
"Y lo vil del mundo escogió Dios". 1 Corintios 1:28.
ANDA por las calles a la luz de la luna, si te atreves, y verás pecadores; mira con atención cuando la noche es oscura a la puerta, y verás pecadores. Ve a la cárcel, y mira a los hombres que tienen cejas espesas y amenazantes, y allí verás pecadores. Ve a los reformatorios y observa a los que exhiben una desenfrenada perversión juvenil, y allí verás pecadores. Cruza los mares y ve al lugar donde un hombre roe un hueso sobre el cual humea carne humana, y allí tendrás pecadores. Ve adonde quieras; no necesitas explorar la tierra para hallar pecadores, pues abundan en todas partes. Los puedes hallar en las calles o en las sendas de cualquier ciudad, pueblo, villa o aldea. Es por los tales que Jesús murió. Si me traes al más vil de todos los pecadores, aun de él tendré esperanza, porque Jesucristo vino a buscar y a salvar a los pecadores. El amor ha elegido a algunos de los peores para transformarlos en los mejores.Los guijarros del arroyo de la gracia se transforman en joyas para la corona del Rey. Dios transforma en oro puro la inútil escoria. El amor divino ha apartado a muchos de los peores pecadores para que constituyan el galardón del sacrificio del Salvador. La gracia llama a muchos de los más viles, para que se sienten a la mesa de la misericordia; que ninguno desespere, pues.
Lector, por el amor que arranca lágrimas de los ojos de Jesús; por el amor que fluye de sus sangrantes heridas; por aquel amor fiel, fuerte, puro, desinteresado y permanente; por el corazón y las entrañas de compasión del Salvador, te rogamos que no te vayas hoy de tu casa, como si esto no significase nada para ti, sino cree en él ahora, y serás salvo. Confía tu alma a él, y él la llevará a la diestra de su Padre, en la gloria eterna.
miércoles, 6 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 6 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Cual el celestial, tales también los celestiales”. 1 Corintios 15:48.
LA cabeza y los miembros son de una misma naturaleza, y no como aquella monstruosa cabeza que Nabucodonosor vio en su sueño. La cabeza de esa imagen era de oro fino; pero sus pechos eran de plata; su vientre y sus muslos, de metal; sus piernas, de hierro; y sus pies, en parte de hierro y en parte barro cocido. Pero el cuerpo místico de Cristo no es una absurda combinación de elementos opuestos. Los miembros eran mortales, y por eso Jesús murió; la glorificada cabeza es inmortal, y, por lo tanto, el cuerpo es también inmortal, pues así está escrito: “Porque yo vivo, vosotros también viviréis”. Como es nuestra amorosa cabeza, así es el cuerpo y cada uno de sus miembros. Hay, pues, una cabeza elegida con miembros elegidos; una cabeza acepta con miembros aceptos; una cabeza viviente con miembros vivientes. Si la cabeza es de oro puro, todas las partes del cuerpo son también de oro puro. Tenemos así una doble unión como base de una comunión más íntima. Detente aquí, piadoso lector, y mira si puedes contemplar, sin absorta admiración, la infinita condescendencia del Hijo de Dios, al exaltar así tu miseria a la bendita unión con su gloria. Tú eres tan despreciable que, al recordar tu mortalidad, bien puedes decir a la corrupción: “Tú eres mi padre”, y a los gusanos: “Tú eres mi hermana”. Pero en Cristo eres tan glorificado que puedes llamar al Altísimo: “Abba, Padre”; y al Dios encarnado: “Tú eres mi hermano y mi esposo”. Si el parentesco con las familias nobles y antiguas hace que los hombres se sientan enaltecidos, nosotros, que tenemos a Dios por Padre, tenemos de qué gloriarnos sobre las cabezas de todos ellos. Que los creyentes más pobres y despreciados retengan este privilegio; que la insensata indolencia no les impida descubrir su genealogía, y que no permitan que el necio apego a las vanidades presentes, ocupe sus pensamientos y excluya de su mente el glorioso y celestial honor de la unión con Cristo.
martes, 5 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 5 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Pedid, y se os dará”. Mateo 7:7.
CONOZCO un lugar de Inglaterra, en el que se da un pedazo de pan a todo transeúnte que desee pedirlo. Sea quien quiera el que pide, no tiene más que llamar a la puerta del Hospital de la Cruz, y allí hay para él un pedazo de pan. Jesucristo amó de tal manera a los pecadores que edificó un Hospital de la Cruz, para que cualquier pecador que tenga hambre llame a la puerta y satisfaga sus necesidades. El ha hecho algo mejor aún: puso en este Hospital de la Cruz un cuarto de baño para que cuando un alma esté sucia o manchada, vaya allí y se lave. La fuente está siempre llena, y sus aguas son siempre eficaces. Ningún pecador fue alguna vez a esa fuente, y volvió sin poder lavar sus manchas. Los pecados que eran como la grana y el carmesí han desaparecido, y el pecador quedó más blanco que la nieve. Como si esto no fuera suficiente, Jesús puso en ese Hospital de la Cruz un guardarropa, y el pecador que se dirige a él tal cual es, será vestido de pies a cabeza. Si desea ser un soldado, puede conseguir no meramente un traje ordinario, sino una perfecta armadura que lo cubrirá desde las plantas de los pies hasta la mollera de la cabeza. Si pide una espada, tendrá espada y escudo. Nada que le sea útil se le negará. Mientras viva, tendrá dinero para gastar, y cuando entre en el gozo de su Señor, tendrá una herencia eterna de gloriosas riquezas. Si todas estas cosas se pueden conseguir con sólo golpear en la puerta de la misericordia, entonces golpea fuerte, alma mía, esta mañana, y pide a tu generoso Señor muchas cosas. No dejes el trono de la gracia hasta que todas tus necesidades hayan sido presentadas delante del Señor, y hasta que, por fe, tengas la firme esperanza de que serán suplidas. Cuando Jesús invita, ninguna timidez debe detenernos; cuando Jesús promete, ninguna incredulidad debe estorbarnos; cuando tan preciosas bendiciones pueden obtenerse, ninguna insensibilidad debe impedirnos.
lunes, 4 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 4 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
ESTO debe servirnos de estímulo para hacer lo bueno, pues Dios tiene entre los más viles, entre los más viciosos, entre los más pervertidos y entre los más borrachos, un pueblo elegido que debe ser salvo. Cuando tú les llevas la Palabra, lo haces porque Dios te ha ordenado que seas para las almas, el mensajero de vida, y ellas deben recibir esa vida, pues así lo ha ordenado el Señor. Estos impíos, como los santos que están delante del trono, son redimidos por la sangre de Cristo, y, por lo tanto, pertenecen a él. Quizá hasta ahora amen la cantina y odien la santidad, pero si Jesucristo los ha comprado, los poseerá. Dios no es infiel para olvidar el precio que pagó su Hijo, y no permitirá que su substitución sea algo inútil o estéril. Decenas de miles de redimidos no están aún regenerados, pero tienen que estarlo. Esto debe animarnos, pues, cuando les anunciamos la Palabra de Dios. Más aún: Cristo ora por estos impíos delante del trono. “No ruego solamente por estos –dijo el gran Intercesor-, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos”. Aunque ellas no lo sepan, Jesús ora por esas pobres almas. Sus nombres están en su pectoral, y, antes de mucho, deben doblar sus inflexibles rodillas, exhalando delante del trono de la gracia un suspiro de arrepentimiento. “El tiempo de higos aun no ha llegado”. El momento señalado no ha venido aún, pero cuando llegue, obedecerán, pues Dios tiene que poseer a los que son suyos. Ellos deben obedecer, pues el Espíritu Santo, cuando viene en la plenitud de su poder, no puede ser resistido; ellos tienen que llegar a ser siervos voluntarios del Dios vivo. “Mi pueblo lo será de buena voluntad en el día de mi poder”. “El justificará a muchos”. “Del trabajo de su alma verá”. “Yo le daré parte con los grandes y con los fuertes repartirá despojos”.
domingo, 3 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 3 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“En ti no hay mancha”. Cantares 4:7.
HABIENDO declarado a su Iglesia realmente bella, nuestro Señor confirma su alabanza con una preciosa negación: “En ti no hay mancha”. Como si hubiese pensado que el mundo criticador podría insinuar que él sólo había mencionado las partes bellas de su esposa, pero que, a propósito, había omitido las deformadas y manchadas, el Esposo resume todo, declarándola total y enteramente bella y completamente exenta de mancha. Una mancha se puede quitar pronto, y, entre las cosas que pueden desfigurar la belleza, la mancha es la más pequeña, pero aun de ella queda libre el creyente delante de la presencia del Señor. Si hubiese dicho que ella no tiene ninguna fea cicatriz, ninguna horrible deformidad, ninguna úlcera mortal, aun en ese caso habríamos podido maravillarnos. Pero al decir que ella está libre aun de la más leve mancha, incluye en esto a todas las otras grandes manchas, con lo cual nuestra admiración se acrecienta. Si sólo hubiese prometido quitar enseguida todas las manchas, hubiéramos tenido un eterno motivo para gozarnos; pero al decir que las manchas ya están quitadas, ¿quién es capaz de contener las intensísimas emociones de satisfacción y placer? ¡Oh, alma mía!, aquí hay para ti meollo y grosura; come abundantemente y satisfácete con los bocados reales. Cristo Jesús no tiene querella con su esposa. Ella a menudo vaga lejos de él y contrista a su Espíritu Santo, pero él no permite que las faltas de ella afecten el amor que le profesa. Algunas veces la reprende, pero lo hace siempre en la forma más tierna y con la mejor intención. Aun en este caso la llama: “mi amada”. No recuerda nuestras faltas; no abriga malos pensamientos en contra de nosotros, sino que nos perdona y ama lo mismo antes como después de haber cometido la ofensa. Es bueno para nosotros que sea así, pues si Jesús recordara las injurias como lo hacemos nosotros, no podríamos tener relaciones con él.
sábado, 2 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 2 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Toda tú eres hermosa, amiga mía”. Cantares 4:7.
LA admiración que el Señor siente por su Iglesia es muy admirable, y la descripción que hace de su belleza es muy vehemente. No sólo es hermosa, sino toda hermosa. Él la mira en sí mismo, lavada en su sangre expiatoria y vestida con su justicia, y la considera llena de gracia y hermosura. No hay por qué admirarse de que sea así, pues lo que él admira es sólo la perfección de su propia excelencia. Porque la santidad, la gloria y la perfección de su Iglesia, no son otra cosa que sus propios vestidos colocados sobre su bien amada esposa. La Iglesia no es simplemente pura y bien formada, sino atractiva y hermosa. Tiene un mérito real. Las deformidades que le produjo el pecado fueron quitadas; más aun: ella obtuvo por medio de su Señor una justicia meritoria, por la cual se le ha conferido una belleza real. Los creyentes tienen una justicia positiva, que les fue dada cuando llegaron a ser “aceptos en el Amado”. La Iglesia no es simplemente hermosa, sino es muy hermosa. Su Señor la llama “la más hermosa de todas las mujeres”. Ella tiene una dignidad real que no puede ser competida por ninguna nobleza o realeza del mundo. Si Jesús tuviese oportunidad de cambiar a su elegida esposa por todas las reinas y emperatrices de la tierra o aun por los ángeles del cielo, no lo haría, pues él la considera como “la más hermosa de todas las mujeres”. A semejanza de la luna, ella excede en brillantez a las estrellas. Jesús no se avergüenza de emitir esta opinión, e invita a todos los hombres a que la oigan. El coloca un “he aquí” delante de esa opinión, para llamar y fijar la atención. “He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; he aquí que tú eres hermosa”. (Cantares 4:1)
El publica ahora su opinión a los cuatro vientos, y un día, desde el trono de su gloria, manifestará esta verdad delante de todos. “Venid, benditos de mi Padre” será la solemne confirmación de la belleza de su elegida.
viernes, 1 de diciembre de 2023
DICIEMBRE 1 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Y fue la tarde y la mañana un día”. Génesis 1:5.
¿ERA así también en el principio? ¿La luz y las tinieblas se dividían el reino del tiempo en el primer día? Entonces no debo admirarme si también yo experimento cambios en mis circunstancias, desde el mediodía de la prosperidad hasta la medianoche de la adversidad. No siempre tendré en mi alma la brillante luz del mediodía; tengo que esperar que vengan tiempos en que tenga que llorar la ausencia de mis gozos anteriores y en que busque a mi Amado en la noche. Y esto no es sólo para mí, pues todos los amados del Señor tuvieron que cantar el canto de juicio mezclado con misericordia, de aflicción mezclado con salvación, de lamento mezclado con placer. Esta es una de las disposiciones de la divina providencia: que el día y la noche no cesen ni en lo espiritual ni en lo natural, hasta que lleguemos “a donde no habrá noche”. ¿Qué, pues, alma mía, te conviene hacer?
Aprende primero a contentarte con lo que Dios dispone, y disponte a recibir, como Job, lo bueno y lo malo de las manos del Señor. Procura, después, “hacer alegrar las salidas de las mañana y de la tarde”. Alaba al Señor por el sol de gozo cuando sale, como por la tristeza de la tarde cuando el sol se pone. Hay belleza tanto en la salida como en la puesta del sol; canta, pues, y glorifica al Señor. Canta a todas horas, como el ruiseñor. Cree que la noche es tan útil como el día. El rocío de la gracia cae lentamente en la noche de la angustia. Las estrellas de la promesa alumbran esplendorosamente en medio de las tinieblas de la aflicción. Cumple con tu cometido en cualquier circunstancia. Si durante el día trabajas, por la noche procura vigilar. Cada hora tiene su deber; continúa en tu llamamiento como siervo del Señor hasta que El aparezca en su gloria. Alma mía, la tarde de tu vejez y de tu muerte se acerca; no la temas, pues es una parte del día.
jueves, 30 de noviembre de 2023
NOVIEMBRE 30 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON
“Y Amasías dijo al varón de Dios: ¿Qué pues se hará de cien talentos que he dado al ejército de Israel? Y el varón de Dios respondió: De Jehová es darte mucho más que esto”. 2 Crónicas 25:9.
PARECE que esta era una pregunta muy importante para el rey de Judá, y posiblemente es aún más importante para el cristiano tentado y probado. Perder dinero no es agradable en ningún tiempo, y aun cuando estén en juego los principios, la carne no siempre está dispuesta a hacer sacrificios. “¿Por qué perder lo que puede ser provechosamente empleado? La verdad misma, ¿no puede resultar demasiado cara? ¿Qué haremos sin el dinero? Tengamos presente a los hijos y nuestra escasa entrada”. Todas estas cosas y mil más podrían tentar al cristiano a extender su mano a ganancias injustas, y a dejar de poner en obra sus convicciones, cuando estas implican serias pérdidas. No todos los hombres pueden ver estas cosas a la luz de la fe, y aun entre los seguidores de Jesús la doctrina de “nosotros tenemos que vivir” tiene mucho peso.
De Jehová es darte mucho más que esto, es una respuesta muy satisfactoria para esa ansiosa pregunta. Nuestro Padre tiene la llave de nuestra caja y lo que perdemos por su causa él lo reintegra con mil tantos. Obedezcamos su voluntad y estemos seguros de que él nos proveerá lo necesario. El Señor nunca tendrá deudas con ningún hombre. Los santos saben que un gramo de tranquilidad vale más que una tonelada de oro. El que tiene buena conciencia ha ganado una riqueza espiritual mucho más deseable que todo lo que ha perdido, aunque tenga que vestirse con un traje gastado. Un calabozo con la aprobación del Señor es suficiente para un corazón veraz, pero un palacio sin su aprobación sería un infierno. Deja que suceda lo peor, que se pierdan todos los talentos, nosotros no hemos perdido nuestro tesoro, pues está en el cielo donde está Cristo a la diestra de Dios.
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