"Ponte de acuerdo pronto con tu adversario", Mateo 5:25
En este versículo Jesucristo estableció un principio muy importante: "Haz lo que sabes que debes hacer,
ahora". Hazlo con diligencia. Si no lo haces, empezará a cumplirse un proceso inevitable y tendrás que
pagar hasta el último cuadrante en dolor, agonía y aflicción (ver Mateo 5:26). Las leyes de Dios son
inalterables y es imposible escapar de ellas. Las enseñanzas de Jesús siempre van directamente a nuestro
corazón.
Es natural querer que mi adversario reconozca todos mis derechos. Pero Jesús dice que es un asunto de
eterna e imperativa importancia pagarle a mi adversario lo que le debo. Desde el punto de vista divino no
importa si me defraudan o no. Lo importante es que yo no defraude a nadie. ¿Insisto en que se reconozcan
mis derechos, o estoy pagando lo que debo según el punto de vista de Jesucristo?
Hazlo pronto y preséntate a juicio ahora mismo. En los asuntos morales y espirituales debes hacerlo
enseguida. En caso contrario, ese inexorable proceso empezará a obrar. Dios está decidido a mantener a
sus hijos tan puros, limpios y blancos como la nieve que acaba de caer. Sin embargo, mientras
desobedezcamos sus enseñanzas en cualquier punto, El usará a su Espíritu para que active cualquier
proceso necesario para llevarnos a la obediencia. Nuestra insistencia en demostrar que tenemos la razón
casi siempre indica de manera clara que estamos desobedeciendo en algún punto. ¡No es de extrañar que
el Espíritu nos exhorte tanto a que siempre nos mantengamos en la luz! (Ver Juan 3:19-21).
Ponte de acuerdo pronto con tu adversario. ¿En alguna de tus relaciones personales has doblado
repentinamente la esquina y descubres que había ira en tu corazón? Confiésalo pronto: arréglalo delante
de Dios; reconcíliate con esa persona: ¡hazlo ahora!
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