“Sabiendo, hermanos amados, vuestra elección”. 1 Tesalonicenses 1:4
MUCHAS personas quieren conocer su elección antes de mirar a Cristo, pero, procediendo así, no la pueden conocer, pues sólo se conoce "mirando a Jesús". Si deseas cerciorarte de tu propia elección, certificarás tu corazón delante de Dios siguiendo estas indicaciones: ¿Te sientes perdido y culpable pecador? Ve inmediatamente a la cruz de Cristo y confiésaselo a Jesús, y dile que en la Biblia has leído: "El que a mí viene, no lo echo fuera". Dile que él dijo en su Libro: "Palabra fiel y digna de ser recibida de todos, que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores". Mira a Jesús y cree en él, y probarás directamente tu elección, pues si crees eres elegido. Si te entregas por completo a Cristo y confías en él, entonces eres uno de los elegidos de Dios. Pero si te detienes y dices: "Primero quiero saber si soy elegido", no sabes lo que pides. Ve a Jesús tal cual eres. Deja toda indagación curiosa acerca de la elección. Ve directamente a Cristo y escóndete en sus heridas, y así conocerás tu elección. El Espíritu Santo te dará la certidumbre, de modo que puedas decir: "Yo sé a quien he creído, y estoy cierto que es poderoso para guardar mi depósito". Cristo estaba en el eterno consejo. Él te puede decir si eres o no elegido. Por ningún otro medio lo puedes saber. Ve, pon tu confianza en él, y la respuesta será la siguiente: "Con amor eterno te he amado; por tanto te soporté con misericordia". No tendrás dudas de que él te ha elegido a ti, cuando tú lo elijas a él.
De haberme revelado
su gracia el por qué,
Por qué fui rescatado,
tan malo, no lo sé.
Mas sé a quien crédito he dado,
Y estoy seguro que podrá siempre
guardar lo que le he confiado
Hasta aquel día final.
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