¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que
justifica. ¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó,
y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros. ¿Quién nos apartará del
amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la
indigencia, el peligro, o la violencia? Romanos 8:33-35.
¿Hemos caído durante la
última semana en un estado notable de total incredulidad? ¿Hemos tenido
pensamientos duros con respecto a Dios? ¿Algún pecado ha suspendido nuestra
comunión con nuestro Salvador? ¿Tenemos ahora frío el corazón y estamos vacíos
de emoción espiritual? ¿Nos sentimos bastante indignos de acercarnos a aquel
que nos amó con tan grande amor? No te desanimes. El Dios de toda paciencia no
te abandonará. El amor que nuestro Señor Jesucristo siente por su pueblo es tan
grande que él pasa por alto las transgresiones, iniquidades y pecados. No, no
hay ira de su parte que te separe de tu Señor. Ya que él viene a ti de manera
tan misericordiosa, ¿no vendrás tú a él gustosamente? No creas ni por un
momento que él fruncirá el ceño o que te rechazará. Él no te recordará tus
oraciones frías, tu lugar de oración descuidado, tu Biblia sin leer ni te
regañará por perder oportunidades de comunión sino que te recibirá con
misericordia, te amará libremente y te concederá justo lo que necesitas en este
momento.
A través de la Biblia en un año: 1
Crónicas 20-23
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