5. EL TIEMPO DE NECESIDADES EXTERNAS
EN CUARTO LUGAR, aunque esta aflicción sea grande, Dios tiene una mucho mayor con la que disciplina en este mundo a los muy amados de su alma. Si Él quitara nuestras aflicciones presentes y nos diese las otras, consideraríamos que nuestro estado actual es muy cómodo y bendeciríamos a Dios por estar como estamos.
Si Dios nos quitara los problemas actuales, supliera todas nuestras necesidades externas y nos diera el deseo de nuestro corazón en cuanto a comodidades terrenales, pero escondiera su rostro de nosotros, disparara sus flechas en nuestra alma y el veneno de estas lo bebiese nuestro espíritu; si nos dejase tan solo unos cuantos días para que Satanás nos abofeteara; si mantuviese abiertos nuestros ojos solo unas cuantas noches, despertándolos con el terror de la conciencia, agitados hasta el final del día; si nos llevase por los cuartos de la muerte, si nos mostrase visiones de oscuridad e hiciese que sus terrores se alinearan contra nosotros; entonces ¿no pensaríamos que es una gran misericordia volver a nuestra antigua condición de necesidad, en la que teníamos paz de conciencia y una medida de pan y agua con el favor de Dios, y al fin y al cabo un estado feliz?
Entonces tengamos cuidado de no quejarnos. No digamos que Dios nos trata con dureza, no sea que lo provoquemos a convencernos en nuestro propio sentir, que tiene varas peores para los hijos insumisos y perversos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario