No hay entre nosotros árbitro que ponga su mano sobre ambos. Job 9:33
El problema de Job es que no tiene manera de examinar a Dios, y eso es lo que afirma con términos de lo más elocuentes. Dice que la sabiduría de Dios está muy por encima de la sabiduría del hombre: “¿Cómo es posible enfrentarse con un Dios como este para debatir con Él los temas que están causando el sufrimiento en la vida? ¿Qué puedo yo hacer? ¿Cómo puedo resolver todo este problema?”, pregunta Job. De la profunda oscuridad que rodea a este santo sufriente, se cuela un rayo de luz. Es el primer destello de luz en la tristeza de Job. “Lo que se necesita es un mediador, un árbitro que pueda colocarse entre nosotros, que nos entienda a los dos y pueda unirnos”, dice Job. Por primera vez en este libro empezamos a ver lo que Dios está produciendo en este hombre, el motivo por el que le está haciendo pasar por esta prueba prolongada. Porque ahora Job empieza a sentir en sus huesos la naturaleza de la realidad, el terrible abismo que existe entre el hombre y Dios, haciendo que sea preciso una tercera persona que tienda un puente. Nosotros los que vivimos bajo la luz absoluta del Nuevo Testamento sabemos que él está clamando y sintiendo en su interior la necesidad de un mediador semejante a Jesús mismo. Job está poniendo el fundamento aquí en su propio entendimiento sobre la tremenda revelación que aparece en el Nuevo Testamento cuando Dios se convierte en hombre. Dios ocupa nuestro lugar y reúne a los dos, al hombre y a Dios. Por primera vez en Job, comenzamos a sentir lo que Dios está intentando realizar. El Salmo 119:71 dice: “Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos”. Usted puede aprender teología de un libro y puede estudiarla hasta tenerla clara en su mente, pero hasta que no pasa por los sufrimientos, las dificultades y las pruebas de la vida, usted no entiende nunca en realidad lo que es la verdad. Es preciso pasar por el sufrimiento para tener una visión clara de lo que nos está diciendo Dios, y de eso se trata todo el libro de Job.
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Aplicación a la vida |
Los sufrimientos de Job le ayudaron a entender a Dios. El Nuevo Testamento revela mucho más acerca de quién es Dios. ¿Consideramos nosotros el dolor como una oportunidad para experimentar lo que sabemos? |
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