4 de agosto - Una ayuda inesperada - Ray Stedman

 También el rey envió conmigo capitanes del ejército y gente de a caballo. Nehemías 2:9

Nehemías no solo emprendió el viaje con toda una escolta militar, sino que además es evidente, basándonos en este relato, que lo hizo con toda la autoridad del trono de Persia como su apoyo. ¡Si usted se dispusiese a cambiar algo en su vida para mejorar, dispone usted de toda la autoridad del trono de Dios como apoyo, de manera que puede ir adelante con toda confianza en que el invisible pero real poder de Dios le está apoyando a usted! Nehemías se encontró con dos enemigos muy importunos cuando llegó allí: Sanbalat el horonita y Tobías el amonita. Un horonita era una persona devota al dios Horón, una deidad local de Palestina. Esto indica que Sanbalat era un pagano. Tobías era un ciudadano de Amón, que era el país que actualmente conocemos como Jordania. Amón era una de las tribus descendientes de Lot, el sobrino de Abraham, y por ello relacionados con Israel, a pesar de lo cual seguían siendo un enemigo. Esta situación se parece mucho al cristianismo normal. Yo siempre he disfrutado la definición de un cristiano: totalmente intrépido, continuamente jovial, ¡y constantemente con problemas! Es la manera de Dios permitir que nos encontremos con enormes dificultades, pero Él tiene al mismo tiempo provisiones desconocidas que nos esperan, como veremos en el caso de Nehemías. Yo no olvidaré nunca haber estado sentado comiendo con Cameron Townsend, el fundador de Traductores de la Biblia Wycliffe, y escuchar de sus propios labios la historia de cómo la organización Wycliffe se introdujo en México. Esto sucedió durante la década de 1920, en un tiempo durante el cual México era muy sensible a cualquier cosa religiosa. El pueblo mexicano acababa de deshacerse de las ataduras de la iglesia y se oponía intensamente a la predicación pública o a la construcción de iglesias. Townsend fue a un pequeño poblado indio en lo alto de las montañas y comenzó a trabajar allí, traduciendo las Escrituras a su lengua. A pesar de que no le permitían predicar, descubrió que podía ayudar al pueblo. Su economía estaba sufriendo porque la cosecha había sido pobre, de manera que les enseñó cómo construir un dique en dirección hacia arriba de un riachuelo, desviando el agua hacia sus campos. Además les enseñó ciertas industrias que podían establecer allí mismo en el pueblo. No tardó en llegar la noticia a Lázaro Cárdenas, que acababa de ser nombrado presidente de México. Un día el presidente fue en su auto al poblado indio, y cuando Townsend vio el auto del presidente, se acercó a él para saludar al presidente y presentarse. El presidente le dijo: “Usted es justamente el hombre al que he venido a ver”. Invitó a Townsend a ir a la capital, y se hicieron muy buenos amigos. Él le abrió la puerta de par en par a toda la obra de Wycliffe Translators, y posteriores presidentes han continuado ese apoyo. ¡Dios demuestra de muchas maneras maravillosas que Él puede obrar en nuestras vidas! Fue en esto de lo que dependió Nehemías. Si usted está luchando en contra de algún vicio, alguna actitud mental o del corazón que se ha apoderado de usted, limitándole y haciendo que resulte difícil vivir con usted y quiere verse libre de eso, puede esperar recibir la ayuda de Dios, con frecuencia de manera que no puede anticipar. Señor, enséñame a estar abierto y ser consciente de las diferentes maneras que Tú tienes de ocuparte de mí y de proveer mis necesidades. Ayúdame a nunca rechazar una oferta de ayuda que procede de Ti.

Aplicación a la vida

¿Creemos nosotros que Dios obra en nuestras vidas? ¿Confiamos en Su poder y en la provisión que nos ha sido dada por medio de Jesús para ayudarnos en cada situación?