Versículo para hoy:

viernes, 2 de marzo de 2018

MARZO 2

“Mas cuando tú haces limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha; para que sea tu limosna en secreto: y tu Padre, que ve en secreto, él te recompensará en público”. Mateo 6:3-4.

Ninguna promesa es dada a los que dan a los pobres para ser vistos de los hombres. Tienen su recompensa enseguida y no pueden contar con ser pagados dos veces.

Escondamos nuestra caridad; sí, aun de nosotros mismos. Da tan a menudo, y como cosa tan acostumbrada, que no pienses más en haber ayudado al pobre que en tomar tus comidas diarias. Da tus limosnas sin decirte siquiera en voz baja a ti mismo: “¡Cuan generoso soy!” No intentes así recompensarte a ti mismo. Deja el asunto con Dios, que nunca deja de ver, de notar y de recompensar. Bendito es el hombre que está ocupado en secreto con su benevolencia; encuentra un gozo especial en hacer favores sin que se sepan. Este es el pan comido en oculto, que es más dulce que los banquetes de reyes. ¿Cómo puedo hoy satisfacerme a mí mismo con este placer tan deseable? Que tenga yo un banquete verdadero de amor y de derramamiento de alma.

Aquí y en lo venidero el mismo Señor en persona recompensará al dador de limosnas secretas. Esto lo hará en su propia manera y tiempo; y Él escogerá el mejor. ¡Cuánto encierra esta promesa; solamente la eternidad lo revelará!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

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