“... ¿Crees esto?", Juan 11:26.
Marta creía en el poder que estaba a disposición de Jesucristo. Creía que si hubiera estado presente, habría sanado a su hermano. También creía que Jesús disfrutaba de una especial intimidad con Dios y que cualquier cosa que le pidiera, Él la haría.
Sin embargo, ella necesitaba de una intimidad más cercana con Jesús. La agenda de la fe de Marta se cumpliría en el futuro. Jesús continuó atrayéndola y guiándola hasta que su fe se convirtió en una posesión personal. Luego fue surgiendo lentamente hasta convertirse en su herencia... "Si Señor; yo he creído que tú eres el Cristo...", Juan 11:27.
¿Está tratando El Señor contigo de la misma forma? ¿Jesús te está educando en la comunión personal con Él? Déjalo desafiarte con su pregunta: "¿Crees esto?" ¿Estás enfrentando un área de duda en tu vida?
¿Has llegado, como Marta, a una encrucijada de circunstancias agobiantes donde tu agenda de fe está a punto de convertirse en tu fe personal? Esto ocurre solamente cuando un problema tuyo te hace consciente de una necesidad personal.
Creer es entregar. En el área del aprendizaje intelectual me entrego mentalmente y rechazo todo lo que no esté relacionado con una creencia. En el reino de las convicciones personales me entrego moralmente a ellas y me niego a transigir. Pero en la esfera de la fe íntima y personal, me entrego espiritualmente a Jesucristo y decido ser controlado sólo por ÉL.
Luego, cuando me encuentro cara a cara con Jesucristo y me dice: "¿Crees esto?", descubro que la fe es tan natural como respirar. Y me asombro de lo necio que fui por no haber confiado antes en Él.
Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.
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