"Donde no hay visión, el pueblo se desenfrena", Proverbios 29:18 LBLA
No es lo mismo un ideal que una visión. Un ideal no tiene una inspiración moral, mientras que una visión sí. La gente que se entrega a ideales rara vez hace algo. Una persona puede utilizar el concepto que tiene de Dios y sus atributos para justificar y racionalizar la negligencia intencional en sus deberes. Jonás trató de excusar su desobediencia diciéndole a Dios. "Yo sabía que tú eres un Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte y de gran misericordia, que te arrepientes del mal", Jonás 4:2. Yo puedo tener una concepción correcta acerca de Dios y esa puede ser la misma razón por la que no cumplo con mi deber. Por dondequiera que haya visión, también existe una vida recta porque la visión imparte el incentivo moral.
Los ideales pueden adormecer y llevar a la ruina. Examínate espiritualmente y verifica si únicamente posees ideales o una visión. ¡Ah! pero el alcance de un hombre debe ser superior a lo ya logrado. ¿O para qué es el cielo?
"Donde no hay visión"... Una vez que perdemos de vista a Dios, comenzamos a permitir algunos desenfrenos. Abandonamos la oración y cambiamos la visión de Dios por las pequeñeces de la vida.
Sencillamente empezamos a obrar de acuerdo con nuestra propia iniciativa. Si obedecemos dócilmente a los dictados de nuestro yo y lo que hacemos es por iniciativa propia, sin esperar que Dios intervenga, vamos hacia abajo y hemos perdido la visión. ¿Nace hoy nuestra actitud de la visión de Dios?
¿Esperamos que Él haga obras mayores de las que ya ha hecho? ¿Tiene nuestra perspectiva espiritual frescura y vitalidad?
Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.
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