"...Sube acá y yo te mostraré las cosas..." Apocalipsis 4:1
El estado de ánimo elevado proviene de unos hábitos elevados de carácter. Si en el nivel exterior de tu vida vives a la altura de lo más elevado y lo mejor que conoces, Dios te dirá continuamente: "amigo, sube aun más alto". Con respecto a las tentaciones también hay norma que es continua y que da voces para que vayas más arriba. Pero cuando lo haces, te enfrentas a otras tentaciones diferentes y otros problemas del carácter. Tanto Dios como Satanás emplean la estrategia del ascenso, sólo que Satanás la usa para la tentación y su efecto es muy diferente. Cuando el diablo te pone en un lugar elevado, te lleva a que fijes tu concepto de la santidad más allá de lo que la carne y sangre jamás van a poder alcanzar. La vida se convierte en una actuación acrobática espiritual. Tú te encuentras en un pináculo, te aferras a él, apenas manteniendo el equilibrio y no te atreves a moverte. Pero cuando Dios te lleve por su gracia a los lugares celestiales, descubres un extenso altiplano donde te mueves con facilidad.
Compara tu vida espiritual de esta semana con la misma semana del año pasado y podrás reconocer cómo Dios te ha llamado a un nivel más alto. Él nos ha llevado a todos a ver desde un punto de vista más elevado. Nunca permitas que Dios te muestre una verdad que tú no vas a comenzar a vivir al instante. Esfuérzate siempre por aplicarla y mantente en su luz.
Tu crecimiento en la gracia no se mide por el hecho de que no hayas retrocedido, sino porque percibes dónde te encuentras en el nivel espiritual. Y has escuchado que Dios dice: "Sube más alto", pero no te lo dice a ti personalmente, sino a la percepción que tienes de tu carácter.
"¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer?", Génesis 18:17. Dios tiene que ocultarnos lo que hace hasta que, debido al desarrollo de nuestro carácter, llegamos al lugar donde lo puede revelar a nosotros.
Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.
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