Versículo para hoy:

viernes, 11 de marzo de 2016

LECTURAS VESPERTINAS – MARZO 11

“Te llamarán Ciudad Buscada”. Isaías 62:12.

LA excelsa gracia de Dios se ve muy claramente en el hecho de que nosotros no sólo fuimos buscados, sino ansiosamente buscados. Los hombres buscan algo que perdieron en el piso de la casa, pero ese buscar no es el buscar ansioso a que se refiere el texto. La pérdida se siente más y la exploración se hace más persistente cuando una cosa se busca ansiosamente. Nosotros estábamos mezclados con el barro; nos hallábamos como cuando una preciosa joya de oro cae en un resumidero y los hombres revuelven y cuidadosamente examinan el montón de abominable basura hasta que el tesoro es hallado. O, para usar otra figura, nosotros estábamos perdidos en un laberinto, vagábamos de aquí para allá, y, cuando la misericordia vino tras nosotros con el Evangelio no nos halló enseguida, sino después de indagar y buscarnos ansiosamente, porque nosotros, como ovejas, estábamos desesperadamente perdidos y habíamos vagado por un país tan extraño que parecía imposible que aun el Buen Pastor conociera los rastros de nuestras tortuosas vagancias. ¡Gloria a la invencible gracia, porque fuimos ansiosamente buscados! Ninguna oscuridad pudo ocultarnos ni inmundicia cubrirnos; fuimos hallados y conducidos al hogar. ¡Gloria al infinito amor, pues Dios, el Espíritu Santo, nos restauró! Si las vidas de algunos creyentes pudiesen ser escritas nos llenarían de admiración. Extraños y maravillosos son los medios que usa Dios para hallar a los suyos. Bendito sea su nombre, él nunca deja un pueblo buscado hoy y abandonado mañana. La omnipotencia y la sabiduría no fallarán; ellos serán llamados “Buscada”. Que alguien sea buscado es incomparable gracia, pero que nosotros seamos buscados es gracia más allá de toda ponderación. No podemos hallar ninguna explicación a esto, fuera del soberano amor de Dios, y sólo podemos elevar nuestro corazón en admiración y alabar al Señor porque esta noche podemos usar el nombre de “Buscada”.

Charles Haddon Spurgeon.

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