Versículo para hoy:

“A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;” -Colosenses 1:27-28

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domingo, 21 de mayo de 2023

MAYO 12 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

“Y me manifestaré a él”. Juan 14:21

EL Señor Jesús da a su pueblo especiales revelaciones de sí mismo. Aunque la Escritura no dijera esto, muchos hijos de Dios lo atestiguarían por propia experiencia. Ellos han tenido peculiares revelaciones de su Señor, que no hubieran podido conseguir ni leyendo ni oyendo. En las biografías de santos eminentes, hallarás muchos casos en los que Jesús se ha placido hablar a sus almas, en una manera muy especial, y revelarles las maravillas de su persona. Sí, sus almas fueron impregnadas de tanta felicidad que creyeron estar en el cielo. Y, mirando bien, estaban cerca de sus umbrales, pues cuando Jesús se manifiesta a los suyos, parece que el cielo está en la tierra y que la gloria ha empezado. Las especiales manifestaciones de Cristo ejercen santa influencia sobre el corazón del creyente. Uno de los efectos será humildad. Si alguien dice: “Yo he tenido tales y cuales revelaciones, soy un gran hombre”, es señal de que no ha tenido ninguna, pues “Dios atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos”. Él no necesita acercarse a ellos para conocerlos ni les concederá ninguna visita de amor. Otro de los efectos será felicidad, pues en la presencia de Dios hay deleites para siempre. Le sigue la santidad. El que no tiene santidad demuestra que nunca ha gozado de la manifestación del Señor. Algunos profesan ser grandes, pero no debemos creerles nada hasta que prueben con hechos lo que dicen. “No os engañéis, Dios no puede ser burlado”. El no da sus mercedes al impío. Al mismo tiempo que no desecha al hombre perfecto, tampoco atiende al malhechor. Habrá, pues, tres efectos de la estrecha amistad con Jesús: Humildad, felicidad y santidad. Quiera Dios dártelos, cristiano.

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