Versículo para hoy:

viernes, 13 de febrero de 2015

¿Por qué no llega el avivamiento? - Leonard Ravenhill


[...] "A Satanás no le importa, creo yo, que avancemos hasta en conocimiento de la Biblia, con tal de que nos abstengamos de orar, lo cual es el cumplimiento de la instrucción que recibimos por el estudio de la Palabra. ¿De qué sirve mayor conocimiento si tenemos corazones más ruines? ¿Qué vale tener más aprecio de los hombres si nos falta el de Dios? ¿Qué importa la higiene física si tenemos la mente sucia? ¿De qué vale la piedad externa si tenemos carnalidad en el alma? ¿Qué importancia tiene la fortaleza física si padecemos flaqueza espiritual? ¿De qué sirve la riqueza si tenemos pobreza espiritual? ¿Quién puede complacerse en la popularidad humana si es desconocido en las regiones del espíritu? La oración es el remedio para toda esta clase de paradojas.
El alma que quiere librarse de la falta de espiritualidad de nuestro tiempo necesita hacerse una mente celestial mediante un andar más cerca de Dios. El aspirante a la riqueza espiritual y a ser oído por Dios conocerá mucha soledad de parte de los hombres y «comerá el pan de aflicción». Puede que no sufra mucha oposición familiar o puede que la sufra. Pero lo que sufrirá, de seguro, es muchos conflictos de alma, soledad y apartamiento de sus mejores amigos que le conceptuarán de persona rara".

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