Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. Juan 15:12.
Entre todos aquellos que saben que somos discípulos de Cristo, hay una persona muy importante y esa persona eres tú mismo. Si sientes amor por los discípulos de Cristo, sabrás que eres uno de sus discípulos porque, ¿cómo lo expresa el amado apóstol Juan? «Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos» (1 Juan 3:14). Si eres un verdadero discípulo de Cristo, tendrás una de las evidencias más claras de tu propio corazón cuando te des cuenta de que, por amor a Cristo, amas a la familia redimida de Dios. Mediante esta prueba todos los hombres sabrán que ustedes son sus discípulos.
Mediante esta prueba tus hermanos cristianos también sabrán que tú eres discípulo de Cristo. No sé de nada que recomiende más un cristiano a sus hermanos que un verdadero espíritu de amor. Ningún sermón puede ser tan elocuente para el mundo como una verdadera manifestación del amor de Cristo y cuando Dios restaura en su iglesia un amor cristiano genuino, saludable y sincero -yo confío en que no lo hemos perdido totalmente- pero cuando nos da mucho de este, entonces el evangelio impresionará al mundo más de lo que lo está en este momento.
Si la nuestra no es una iglesia amorosa, he trabajado en vano y he gastado mi fuerza por nada. Si ustedes no se aman unos a otros, sin duda no aman al Salvador, pero si están unidos en amor, entonces nuestro gozo se ha cumplido en ustedes y Cristo también se regocija por ustedes.
A través de la Biblia en un año: Zacarías 12-14
FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario