«Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente
humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman». 1 Corintios 2:9.
¡Oh, qué gozo el de ser
herederos junto con Cristo de todo lo que él posee! ¿Qué es el cielo? Es el
lugar que su amor ideó, que su ingenio inventó, que su abundancia proveyó, que
su realeza adornó, que su sabiduría preparó, que él mismo glorifica; en ese
cielo estarás con él para siempre. Habitarás en el mismo palacio del Rey, las
puertas de perlas y las calles de oro no serán demasiado buenas para ti.
Ustedes los que lo aman a él habitarán para siempre con él, no cerca de él en
un lugar secundario, como vive un siervo a las puertas de la mansión de su
señor, sino que vivirás con él en el mismo palacio de la metrópolis del
universo. En resumen, los creyentes serán identificados con Cristo. ¿Buscan al
Pastor? No podrán verlo en toda su perfección a menos que esté rodeado de su
rebaño. ¿Será ilustre el Rey? ¿Cómo puede ser esto si sus servidores se
pierden? ¿Buscan al Novio? No pueden imaginarlo en todo el esplendor de su
gloria sin su novia. ¿Será bendita la Cabeza? Eso no podría suceder si
estuviera separada de los miembros. ¿Será Cristo para siempre glorificado?
¿Cómo puede serlo si pierde sus joyas? Él es un cimiento y, ¿qué sería si todo
su pueblo no estuviera construido sobre él como se construye un palacio? Oh, hermanos,
no habrá Cristo sin cristianos; no habrá un Salvador sin salvados; no habrá un
Hermano Mayor sin hermanos menores; no habrá Redentor sin sus redimidos.
A través de la Biblia en un año: Salmos 25-28
FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A
los Pies del Maestro”, Compilado por Audie
G. Lewis.
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