El más importante entre ustedes será siervo de los demás. Porque
el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será
enaltecido. Mateo 23:11-12.
Si hay algún puesto en
la iglesia en el que el obrero tendrá que trabajar duro y no recibir
agradecimiento, tómalo y confórmate. Si puedes realizar un servicio que muy
pocos tratan de hacer o de apreciar cuando otros lo realizan, realízalo, con
santo deleite. Codicia el trabajo humilde y cuando lo obtengas, alégrate de
poder seguir haciéndolo. No hay mucho arrebato en cuanto a los lugares más
humildes; no le vas a robar a nadie el buscarlos. Para el primer lugar tenemos
que hacer elecciones y encuestar a toda la comunidad, pero para los lugares más
humildes no hay gran ambición; por lo tanto, selecciona un lugar así y mientras
escapas a la envidia, también obtienes una conciencia tranquila. Si fuéramos
más de Cristo, debiéramos empujarnos más hacia los lugares de sacrificio con
alegría y de manera voluntaria, considerando que nuestro honor principal es
servir a Dios y a la iglesia de maneras que sean oscuras y desdeñadas porque al
hacerlo, nos libraremos del espíritu farisaico que anhela la alabanza de parte
del hombre.
A través de la Biblia en un año: 1
Reyes 9-12
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