Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por
todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales
yo soy el primero. 1 Timoteo 1:15.
Este texto contiene el
evangelio en síntesis y, sin embargo, yo pudiera decir que contiene el
evangelio sin quitar nada. Si obtienes las notas condensadas de un sermón o de
un discurso, a menudo te pierdes el alma y la médula de este; pero aquí tienes
toda la condensación posible, como si todas las grandes verdades del evangelio
estuvieran comprimidas con un martillo hidráulico, y, no obstante, no quedara
fuera ni una partícula de este.
Jesucristo vino a
servir pecadores de todos los tipos. Mientras que puedas caer dentro de la
descripción general de «pecadores», no importa la forma que haya tomado tu
pecado. Todos los hombres han pecado por igual, y, sin embargo, no todos han
pecado de la misma forma. Todos han vagado por el camino descendente y, no
obstante, cada uno ha tomado una dirección diferente a los demás. Cristo Jesús
vino al mundo a salvar a pecadores respetables y a pecadores de mala
reputación. Vino al mundo a salvar a pecadores orgullosos y a pecadores
desesperados. Vino al mundo a salvar borrachos, ladrones, mentirosos,
proxenetas, adúlteros, asesinos y personas por el estilo. Cualquier tipo de
pecado que exista, esta palabra es maravillosamente abarcadora y arrolladora:
«Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores». Son un grupo horrible,
un lote maléfico, y el infierno es la recompensa que merecen, pero estas son
personas que Jesús vino a salvar.
A través de la Biblia en un año: Levítico
21-24
No hay comentarios:
Publicar un comentario