Prólogo
Charles H. Spurgeon le predicó
aproximadamente a diez millones de personas durante sus más de cuarenta años de
ministerio antes de reunirse con el Señor en 1892. Cientos vinieron a Cristo
bajo su influencia evangélica mientras sirvió como pastor en la Capilla New
Park Street y el Tabernáculo Metropolitano en Londres, Inglaterra. Sin la ayuda
de micrófonos u otra tecnología moderna, Charles Spurgeon pastoreó un rebaño de
más de seis mil miembros, la congregación más grande de la que se tuviera
noticia hasta antes de su ministerio. Durante ese mismo período ayudó a fundar
más de cuarenta iglesias y supervisó el Colegio de pastores y el Orfanato
Stockwell. A lo largo de su vida influenció grandemente las vidas de muchos
grandes líderes cristianos como por ejemplo Dwight Moody, Hudson Taylor, George
Mueller y Oswald Chambers. Alrededor del mundo se han vendido millones de
copias de los escritos de Spurgeon, incluyendo una reduplicación constante de
más de dos mil de sus mejores sermones. Aunque a menudo se le llama el «príncipe
de los predicadores» sus palabras, llenas de una perspicacia dada por Dios, han
bendecido a más laicos que a pastores.
Es nuestra esperanza que con la
compilación de este devocional, muchos, muchos más laicos, pastores y futuros
cristianos se animen y fortalezcan con la comprensión espiritual que hemos
recopilado de lo mejor de lo mejor de los eternos sermones de Charles Spurgeon.
Al final de cada página también hemos incluido una cita extra de las Escrituras que corresponde a un libro del Antiguo o el Nuevo Testamento. Si se sigue esta lectura diaria adicional, el lector podrá completar la lectura de la Biblia completa en un año.
¡Que Dios continúe bendiciendo a cada uno de los lectores mientras se sientan con este gran pastor a los pies del Maestro!
Al final de cada página también hemos incluido una cita extra de las Escrituras que corresponde a un libro del Antiguo o el Nuevo Testamento. Si se sigue esta lectura diaria adicional, el lector podrá completar la lectura de la Biblia completa en un año.
¡Que Dios continúe bendiciendo a cada uno de los lectores mientras se sientan con este gran pastor a los pies del Maestro!
AUDIE Y HEATHER LEWIS
Introducción
Al recordar mi historia, ni siquiera
soñé que al abrir mi boca por primera vez para Cristo en una forma tan humilde,
tendría el honor de traer a miles a los pies de Jesús. ¡Bendito, bendito sea su
nombre! Suya es la gloria por esto. No puedo evitar pensar que debe haber otro
muchacho aquí a quien, al igual que yo, él pueda llamar por su gracia a
servirle. Cuando los diáconos de la iglesia de New Park Street me enviaron una
carta para que fuera a predicar a Londres, yo la devolví al día siguiente
diciéndoles que se habían equivocado, que yo era un muchacho de diecinueve
años, que vivía feliz entre las personas muy pobres y humildes de
Cambridgeshire que me amaban, y que no imaginaba que ellos quisieran que yo
predicara en Londres. Pero ellos me la devolvieron y dijeron que todo eso lo
sabían y que yo tenía que ir. ¡Ah, qué tremenda historia ha sido desde entonces
la bondad y el cariño del Señor!
CHARLES HADDON SPURGEON
DEL SERMÓN «LOS PANES DEL JOVEN»
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