“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas
cosas os serán añadidas”. Mateo 6:33.
Mira cómo la Biblia
empieza diciendo: “En el principio… Dios”. Que tu vida empiece de la misma
manera. Busca primeramente con toda tu alma el reino de Dios como el sitio de
tu ciudadanía, y su justicia como lo característico de tu vida. Y lo demás
vendrá del mismo Señor sin que tengas ansiedad acerca de ello. Todas las cosas
necesarias para esta vida y para la piedad “os serán añadidas”.
¡Qué promesa! Dios se
encarga de darte alimento, vestido, casa y todo lo demás, en tanto que tú le
busques. Si miras por sus negocios, Él mirará por los tuyos. Si quieres papel y
bramante se te darán cuando compres cosas de más valor; y de la misma manera
todo lo que necesitamos de cosas terrestres nos será añadido con el reino. El
que es heredero de la salvación no morirá de hambre; y el que viste su alma con
la justicia de Dios, no será dejado por el Señor con un cuerpo desnudo. ¡Fuera
la ansiedad penosa! Pon todo tu empeño en buscar al Señor. La codicia es
pobreza y la ansiedad es miseria: la fe en Dios es una fortuna, y la esperanza
en Dios una herencia celestial. Señor, te busco; haz que seas hallado de mí.
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