“Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y salvarélos en Jehová su
Dios; y nos los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con
caballos ni caballeros”. Oseas 1:7.
¡Preciosa palabra! El
mismo Jehová librará a su pueblo en la grandeza de su misericordia, pero no lo
hará por medios ordinarios. Los hombres son tardos en dar a Dios la gloria
debida a su nombre. Si van a la batalla con espada y con arco, y ganan la
victoria, debieran alabar a su Dios; pero en vez de hacerlo así empiezan a
magnificar su propia diestra y se glorían en sus caballos y caballeros. Por
esta razón nuestro Jehová muchas veces se decide a salvar a su pueblo sin
segundos medios, para que a Él solamente sea toda la honra.
Mira, pues, alma mía,
solamente al Señor y no al hombre. Espera ver a Dios tanto más claramente
cuando no hay ningún otro a quien mirar. Si no tengo amigo, ni consejero, ni
nadie que me favorezca, no sea yo menos confiado si puedo sentir que el mismo
Señor está a mi lado; sí, que yo me regocije si Él da la victoria sin una
batalla, como parece implicar el versículo. ¿Por qué pido caballos y caballeros
si el mismo Jehová tiene misericordia de mí y levanta su brazo en mi defensa?
¿Para qué necesito yo arco o espada si Dios me salvará? Confíe yo y no tenga
miedo, desde ahora y para siempre. Amén.
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