Versículo para hoy:

martes, 11 de septiembre de 2018

SEPTIEMBRE 11

“Bueno es al hombre, si llevare el yugo desde su mocedad”. Lamentaciones 3:27.

Esto equivale a una promesa. Ha sido bueno, es bueno y será bueno para mí llevar el yugo.

Al principio de la vida tuve que sentir el peso de la convicción, y desde entonces este peso ha resultado ser una carga que enriquece el alma. ¿Hubiera yo amado tanto al Evangelio si no hubiera aprendido por profunda experiencia la necesidad de la salvación por gracia? Jabes fue más ilustre que sus hermanos, por cuanto su madre dio a luz en dolor, y los que sufren mucho al ser nacidos para Dios se hacen creyentes fuertes en la gracia soberana.

El yugo de la censura es penoso, pero prepara el hombre para honra futura. El que no ha aceptado el reto del desprecio no es apto para ser jefe. El elogio embriaga si no es precedido por la afrenta. Los hombres que se elevan a la eminencia sin un esfuerzo, generalmente caen en la deshonra.

El yugo de la aflicción, del contratiempo y del trabajo excesivo de ningún modo se debe buscar; pero cuando el Señor nos lo impone en nuestra mocedad, frecuentemente desarrolla un carácter que glorifica a Dios y bendice a la iglesia.

Ven, alma mía, dobla tu cuello, toma tu cruz. Fue buena para ti cuando eras joven; no te hará daño ahora. Por amor de Jesús cárgala al hombro alegremente.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

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