Versículo para hoy:

domingo, 2 de septiembre de 2018

SEPTIEMBRE 1

“Si guardareis mis mandamientos, estaréis en mi amor”. Juan 15:10.

Estas cosas no pueden ser separadas; permanecer en la obediencia, y permanecer en el amor de Jesús. Sólo una vida bajo el mando de Cristo puede manifestar que somos objeto del gozo de nuestro Señor. Tenemos que guardar el mandamiento de nuestro Señor si queremos vivir al calor de su amor. Si vivimos en pecado no podemos vivir en el amor de Cristo. Sin la santidad que agrada a Dios, no podemos agradar a Jesús. El que no aprecia la santidad, no sabe nada del amor de Jesús.

El gozo que sentimos del amor de nuestro Señor es una cosa delicada. Es mucho más sensible al pecado y a la santidad que el mercurio al frío y al calor. Cuando tenemos un corazón tierno y procuramos honrar a nuestro Señor Jesús en pensamiento, palabra y vida, entonces recibimos señales sin número de su amor. Si deseamos perpetuar tal bienaventuranza, tenemos que perpetuar la santidad. El Señor Jesús no esconderá su rostro de nosotros a menos que escondamos nuestro rostro de Él. El pecado produce la nube que oculta nuestro Sol; si queremos ser obedientes con vigilancia, y completamente consagrados, podemos andar en luz, como Dios está en luz, y estar tan ciertamente en el amor de Jesús como Jesús está en el amor del Padre. Aquí tenemos una promesa dulce con un “si” solemne. ¡Señor, haz que tenga yo este “si” en mi mano, porque, como una llave, abre una cajita!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

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