Versículo para hoy:

sábado, 4 de agosto de 2018

AGOSTO 4

“Jehová te bendiga y te guarde”. Números 6:24.

Esta primera parte de la bendición del sumo sacerdote es esencialmente una promesa. Esa bendición que nuestro gran Sumo Sacerdote pronuncia sobre nosotros ciertamente vendrá, porque Él expresa el pensamiento de Dios.

¡Qué gozo es morar bajo la bendición divina! Esto da un buen gusto a todas las cosas. Si somos benditos, entonces todas nuestras posesiones y nuestros placeres son benditos; sí, nuestras pérdidas y penas, y aun nuestros contratiempos son benditos. La bendición de Dios es profunda, enfática y efectiva. La bendición de un hombre puede empezar y concluir con palabras; pero la bendición del Señor enriquece y santifica. Lo que más deseamos para nuestro amigo más querido, no es que tenga prosperidad, sino que el Señor le bendiga.

Es igualmente una cosa deleitosa ser guardados por Dios; guardados por Él, guardados cerca de Él, guardados en Él. Bien guardados están los que Dios guarda; son guardados del mal, son reservados para gozo infinito. La preservación divina acompaña a la bendición divina para establecerla y hacer que permanezca.

El autor de este pequeño libro desea que la rica bendición y la preservación segura aquí pronunciadas vengan sobre cada lector que en este momento esté mirando a estas líneas. Si el autor vive, sírvanse de este versículo como una oración a Dios a favor de su siervo.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

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