“Ciertamente los justos alabarán tu nombre; los rectos morarán en tu
presencia”. Salmos 140:13.
¡Oh, que mi corazón sea
recto, para que pueda siempre bendecir el nombre del Señor! Él es tan bueno a
los que son buenos, que yo desearía ser contado entre ellos, y sentirme más
lleno de gratitud cada día. Tal vez por un momento los justos pierdan confianza
cuando su integridad los lleva a dura prueba; pero seguramente el día vendrá
cuando bendecirán a su Dios, porque no cedieron a consejos malos, ni se
sirvieron de la astucia. Tarde o temprano los hombres fieles darán gracias al
Dios de la justicia por haberles guiado por un camino recto. ¡Oh, que sea yo
contado entre ellos!
¡Qué promesa está
comprendida en esta segunda frase: “Los rectos morarán en tu presencia”! Serán
bien recibidos donde otros aparecerán solamente para ser condenados. Serán
cortesanos del Gran Rey y obtendrán una audiencia siempre que lo desean. Serán
hombres favorecidos a los cuales Jehová es propicio, y con quienes Él tiene
comunión bendita. Señor, yo deseo esta honra grande, este precioso privilegio;
gozar de Él será para mí el cielo sobre la tierra. Hazme recto en todas las
cosas, para que hoy, mañana y cada día, more en tu divina presencia. Entonces
alabaré tu Nombre para siempre jamás. Amén.
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