CÓMO DIOS OBRA PROVIDENCIALMENTE EN NUESTRAS
VIDAS
Capítulo 2 - parte 2
La providencia obra
en nuestra vocación en esta vida
La providencia
tiene su mirada puesta en nuestro bienestar, tanto en este mundo como en el
mundo por venir. Vivir en la flojera no es vivir honestamente, como la
Escritura claramente dice en 1 Tes.4:11-12. No es una misericordia pequeña
poseer un trabajo honesto y lícito. En ocasiones Dios llama a hombres para su
servicio mientras están laborando en su vocación ordinaria. Amós y David eran
pastores cuando Dios le hizo a uno profeta y al otro rey. (Amós 7:14-15 y Sal.
78:70 y 71) Pedro y Andrés eran pescadores cuando Cristo les llamó para ser
“pescadores de hombres”. (Mat. 4:18-19)
Algunas personas se
quejan de que su trabajo es demasiado difícil y que les quita mucho tiempo. Yo
contesto que la sabiduría de la providencia vio de antemano que este sería el
empleo más adecuado y correcto en el cual usted pudiera servir a Dios. Si tuviera
más descanso y tranquilidad, podría tener más tentaciones y quizás su salud no
sería tan buena. “Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco;
pero al rico no le deja dormir la abundancia.” (Ecle.5:12) Si tiene deseos
espirituales, usted puede disfrutar de la presencia de Dios aún en su trabajo y
tendrá un tiempo libre durante el día cuando pueda orar y pensar en su Palabra.
Si usted es
creyente, Dios le ha prometido que nunca le dejará. (Heb. 13:5) La providencia
ha ordenado aquella posición en este mundo, que es lo mejor para su bien
eterno. Se nos manda estar contentos con lo que tenemos, aunque pueda ser que
no tengamos más que la ropa y la comida necesaria. (1 Tim. 6:8)
El mandamiento dado
a Adán en Génesis 3:19 es también para nosotros hoy en día. Debemos trabajar
con todas nuestras fuerzas, en cualquier cosa que hagamos. Debemos tener
cuidado de no descuidar nuestra relación con Dios por el deseo de
enriquecernos. “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y
lazo, y en muchas codicias necias y dañosas.” (1 Tim. 6:9) Es Dios quien da
el poder para obtener las riquezas. (Deut.8:18) No acepte ningún trabajo sobre
el cual no pueda orar y pedir la bendición de Dios. (Sal.37:4-5) Esté
satisfecho con la posición y el trabajo en los cuales la providencia lo ha
colocado. La providencia es más sabia que usted y ha planeado todas las cosas
para su bienestar eterno. Usted puede estar seguro de ello.
La providencia en
nuestra vida familiar
La providencia
desempeña un papel especial en encontrar a nuestra pareja, y posteriormente en
concedernos hijos. Esto se ve claramente en el caso de Abraham buscando una
esposa para Isaac (Gen.24); en el don del niño Samuel concedido a Ana (1
Sam.1:20); en el nacimiento de Juan el bautista, hijo de Zacarías y Elizabeth.
(Luc.1:13-14) Hay mucho de la providencia que se manifiesta al proveernos una
pareja adecuada resultando en un matrimonio tranquilo y feliz. Esto es
especialmente destacado cuando uno de los dos es el medio para traer el
bienestar espiritual y eterno al otro. “Porque ¿Qué sabes tú, oh mujer, si
quizás harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizás harás
salva a tu mujer?” (1 Cor. 7:16) Cuando la pareja es creyente, cuán
maravillosa fue la providencia que los condujo a una relación tan cercana, el
uno con el otro en la tierra, y a la esperanza de la salvación eterna en el
cielo.
Gran número de
hombres y mujeres no pueden disfrutar de estas buenas cosas. Si estas
bendiciones le han sido concedidas a usted, no deje de agradecer a Dios y de
vivir una vida que le alabe a Él. El Señor espera recibir la alabanza cuando
usted tenga confort. Pronto la muerte desintegrará la familia; entonces, viva
de tal manera que el día de la separación sea dulce.
Beneficios
providenciales para nuestras familias
Usted sabe de las
promesas de Dios para con su pueblo: “Los leoncillos necesitan y tienen
hambre; pero los que buscan a Jehová, no tendrán falta de ningún bien.” (Sal.34:10)
Seguramente “Ha dado alimento a los que le temen; para siempre se acordará
de su pacto.” (Sal.111:5). Las misericordias de Dios “nuevas son cada
mañana; grande es tu fidelidad.”(Lam.3:23) Jacob le llamó “El Dios que
me mantiene desde que yo soy hasta este día.” (Gen. 48:15)
Le pido que se fije
en el camino de la providencia para con usted desde el primer día hasta ahora
para que pueda ver cuán bueno ha sido Dios para usted. A veces Dios bendice
secretamente un poco y hace que sea suficiente para nosotros y nuestras
familias. Así ocurrió con Elías el profeta. (1 Rey.17:8-16) Muchas otras
personas en tiempos más recientes han encontrado que Dios les manda dinero o
comida justo cuando más lo necesitan. La sabiduría de la providencia se
manifiesta al suplir nuestras verdaderas necesidades, y no otorgándonos cada
cosa que deseamos. “Mi Dios pues suplirá todo lo que os falta.” (Fil.4:19)
La sabiduría de la providencia se ve también por la forma en que estas
necesidades son suplidas. No se nos dan al instante todas las cosas que
necesitamos. Tenemos que orar y creer a fin de que la bondad de Dios sea
manifiesta más claramente cuando estas necesidades son suplidas.
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