¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo,
quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? 1 Corintios 6:19.
¿Está tu casa preparada
para que Jesús entre y habite en ella? Conozco algunas casas donde mi Señor no
podría quedarse ni siquiera una sola noche, pues las conversaciones y todo su
ambiente no congeniarían con él. Entonces, ¿estás tú preparado para eliminar
todo lo que le desagrade y limpiar tu casa de toda esa maldad? No puedes
esperar que el Señor Jesús venga a tu casa si también invitas al diablo a
venir. Cristo no podía permanecer en el mismo cielo con el diablo; enseguida
que Satanás pecó, Cristo lo echó del lugar santo. Cristo no podía soportar
tener allí un espíritu pecaminoso, un espíritu de maldad, y él no vendrá a
vivir en tu casa si estás proveyendo para la lujuria de la carne, la lujuria de
los ojos, para la vanidad de la vida y para todas esas cosas malvadas que él
detesta. ¿Estás preparado, por medio de su gracia, para limpiar tu casa de
todas estas cosas?
Además, tenemos que
asegurarnos que nadie moleste a nuestro Invitado. Es difícil hospedarse con
algunas personas porque sus hijos son muy malcriados. A mi Señor no le gusta
morar en hogares donde Elí es la cabeza de la familia y donde los hijos y los
jóvenes viven como mejor les parece; pero si viene a tu casa, querrá que tú
seas como Abraham, de quien dijo: «Yo lo he elegido para que instruya a sus
hijos y a su familia, a fin de que se mantengan en el camino del Señor y pongan
en práctica lo que es justo y recto» (Génesis 18:19). ¿Acaso no deseas que diga
eso de tu casa? ¿Acaso no lo deseas con fervor? Estoy seguro que así es.
A través de la Biblia en un año: Salmos 73-76
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