Versículo para hoy:

jueves, 20 de junio de 2024

GUARDANDO EL CORAZÓN - JOHN FLAVEL

3- TIEMPOS QUE REQUIEREN UN CUIDADO ESPECIAL DEL CORAZÓN

6.    EL TIEMPO DE REUNIRNOS CON DIOS

Nuestros corazones han de ser guardados y vigilados de cerca cuando nos acercamos a Dios pública, privada, o secretamente, porque la vanidad del corazón se descubre, con frecuencia, más en esos momentos. Muy a menudo nuestra pobre alma clama: "Oh Señor, con cuánto agrado te serviría, pero los pensamientos vanos no me dejan. Vengo a ti con mi corazón abierto, para deleitar mi alma en comunión contigo, pero mi corrupción se me opone. Señor, haz que esos vanos pensamientos se vayan, y no dejes que estrangulen esta alma que está desposada contigo".

La pregunta entonces es: ¿Cómo puede el corazón guardarse de las distracciones de los vanos pensamientos en los tiempos de nuestra comunión con Dios? Hay una distracción o un vagar doble del corazón en estos momentos.

Una distracción voluntaria o habitual. "No dispuso su corazón, ni fue fiel para con Dios su espíritu" (Salmos 78:8). Este es el caso de los formalistas y proviene de la falta de inclinación del corazón hacia Dios. Sus corazones están bajo el poder de sus pasiones, y por eso no es de extrañar que vayan detrás de ellas, incluso cuando están en medio de las cosas santas.

Las distracciones involuntarias y lamentadas. "Queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí... ¡Miserable de mí!" (Romanos 7:21,24).

Esto no se produce por una falta de inclinación o de objetivos santos, sino por la debilidad de la gracia y la falta de vigilancia a la hora de oponerse al pecado que permanece en nosotros.

Pero nuestro objetivo no es mostrar cómo estas distracciones entran en el corazón, sino más bien cómo sacarlas de él y prevenir que vuelvan a entrar en el futuro.

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