Versículo para hoy:
jueves, 21 de marzo de 2019
21 de marzo – SENTARSE A LOS PIES DEL MAESTRO
Mientras iba de camino con sus discípulos, Jesús entró en una
aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Tenía ella una hermana
llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que él decía.
Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer. Lucas 10:38-40.
El sonido nos agota, el
silencio nos alimenta. Hacer los mandados del Maestro siempre es bueno, pero
sentarse a los pies del Maestro es igual de necesario, porque al igual que los
ángeles sobresalen en fuerza, nuestro poder para hacer sus mandamientos surge
de que agucemos el oído a su Palabra. Si incluso para una controversia humana
el silencio es una preparación adecuada, ¿cuánto más no será necesario en las
súplicas solemnes con el Eterno? Deja que los manantiales profundos se abran y
que las solemnidades de la eternidad ejerzan su poder mientras todavía todo
está quieto dentro de nosotros.
Pero, ¿cómo es que ese
silencio renueva nuestras fuerzas? Lo hace, primero, al dar espacio para que la
Palabra fortalecedora entre a nuestra alma y se sienta realmente la energía del
Espíritu Santo. Palabras, palabras, palabras; tenemos tantas palabras y no son
más que paja, pero ¿dónde está el Verbo
que en el principio era Dios y estaba con Dios? Esta Palabra es la semilla viva
e incorruptible: «¿Qué tiene que ver la paja con el grano? Afirma el Señor»
(Jeremías 23:28). Queremos menos de las palabras del hombre y más de él que es
la misma Palabra de Dios. Guarda silencio, guarda silencio y deja que Jesús
hable.
A través de la Biblia en un año: Números
25-28
Suscribirse a:
Entradas (Atom)