Versículo para hoy:

sábado, 25 de mayo de 2024

GUARDANDO EL CORAZÓN - JOHN FLAVEL

3- TIEMPOS QUE REQUIEREN UN CUIDADO ESPECIAL DEL CORAZÓN

2.    EL TIEMPO DE ADVERSIDAD

En sexto lugar, sería un gran apoyo para nuestro corazón cuando estamos bajo adversidad el considerar que Dios, mediante esas providencias que nos humillan puede estar cumpliendo aquello por lo que hemos orado y esperado mucho tiempo. ¿Hemos de preocuparnos entonces?

Como cristianos, ¿no hemos hecho muchas oraciones a Dios pidiendo que nos libre del pecado, que nos descubra nuestra vanidad, que nos ayude a mortificar nuestros pecados y malos deseos, y que nuestros corazones solamente encuentren felicidad en Cristo? Con esos golpes de humillación y pobreza, Dios puede estar cumpliendo nuestros deseos.

¿Queremos ser guardados del pecado? Él ha hecho una cerca en nuestro camino con espinos. ¿Queremos ver la vanidad de las criaturas? La aflicción es una herramienta clara para descubrirla, porque la vanidad de las criaturas nunca se descubre de forma tan efectiva y sensible como por nuestra propia experiencia. ¿Queremos ver morir nuestra corrupción? Esta es la forma: quitarnos el combustible y el alimento que la mantiene, porque es la prosperidad la que da a luz la corrupción y la alimenta, de tal forma que la adversidad, cuando es santificada, es un medio para hacerla morir. 

¿Queremos que nuestro corazón no encuentre descanso sino en el seno de Dios? ¿Qué método podría ser mejor para que la providencia cumpliese este deseo que quitar de nuestras cabezas la cómoda almohada de plumas mundanas en la que hemos descansado?

Y aun nos irritamos por esto. Niños malcriados ¡cómo ponemos a prueba la paciencia de nuestro Padre! Si se retrasa en contestar las oraciones, somos rápidos en decir que no se acuerda de nosotros. Si las contesta de una forma que no esperamos, murmuramos contra Él por eso, como si en lugar de responder, estuviese acabando con nuestras esperanzas y objetivos. ¿No es suficiente que Dios tenga la gracia de hacer lo que queremos, que además esperamos que lo haga de la manera que queremos? 

En séptimo lugar, puede servir de apoyo al corazón considerar que en medio  de esos problemas Dios está realizando la obra en la cual el alma se regocijará más tarde. Nos vemos nublados con mucha ignorancia, y no somos capaces de discernir cómo la providencia particular se inclina a completar los designios de Dios. Por eso, al igual que hizo Israel en el desierto, murmuramos con frecuencia ya que la providencia nos lleva a través de un desierto aterrador en el que nos vemos expuestos a dificultades, aunque Dios nos esté guiando por buen camino a una ciudad con moradas.

Si pudiésemos ver cómo Dios en su propósito secreto ha trazado con exactitud el plan completo de nuestra salvación, incluso en los medios y circunstancias más pequeños, y pudiésemos discernir la admirable armonía de las dispensaciones divinas, sus relaciones mutuas junto con la contribución general que tienen todas hacia el objetivo final, y tuviésemos la libertad de elegir las circunstancias a nuestra manera, seguramente elegiríamos las mismas en las que estamos ahora.

La providencia es como un tapiz formado por miles de hilos que parecen inútiles si se toman por separado, pero que juntos, forman una hermosa historia. Ya que Dios hace todas las cosas de acuerdo al propósito de su voluntad, este es el mejor método para efectuar nuestra salvación. 

Si alguien tiene un corazón orgulloso, le serán asignadas muchas situaciones que lo humillen. Si alguno tiene un corazón mundano, llegarán muchas circunstancias que lo empobrezcan. Si fuésemos capaces de ver esto, no haría falta más consuelo para nuestros corazones decaídos.