Versículo para hoy:

domingo, 9 de junio de 2024

GUARDANDO EL CORAZÓN - JOHN FLAVEL

 
3- TIEMPOS QUE REQUIEREN UN CUIDADO ESPECIAL DEL CORAZÓN

4.    EL TIEMPO DE PELIGRO Y DISTRACCIÓN PÚBLICA

EN UNDÉCIMO LUGAR, pensemos más en honrar el cristianismo y menos en nuestra seguridad personal. ¿Es que acaso creemos que honra al cristianismo el que seamos tan temerosos como liebres que huyen al primer sonido? ¿No tentaría esto al mundo a pensar que, a pesar de lo que digamos, nuestros principios no son mejores que los de otros hombres? ¡Cuánto mal haría que nuestros temores fuesen descubiertos delante de ellos!

Nehemías dijo con nobleza: "¿Un hombre como yo ha de huir? ¿Y quién, que fuera como yo, entraría al templo para salvar su vida?" (Nehemías 6:11). ¿No sería mejor morir que hacer que el mundo tuviese prejuicios contra Cristo debido a nuestro ejemplo? Porque el mundo, que juzga más por lo que ve de nuestras prácticas que por lo que entiende de nuestros principios, concluiría de nuestro temor que a pesar de que nos atrevemos a recomendar la fe y hablamos de seguridad, no nos atrevemos a confiar en esas cosas más de lo que ellos confían cuando vienen las pruebas.

No dejemos que nuestros temores pongan una pieza de tropiezo tan grande frente a un mundo que está ciego.

EN DUODÉCIMO LUGAR, el que asegura su corazón del temor, debe primero asegurar su alma eterna en las manos de Jesucristo. Cuando se hace esto, podemos decir "ahora mundo, haz lo peor que tengas". No seremos tan solícitos a un cuerpo vil cuando  estamos asegurados por toda la eternidad en nuestra preciosa alma. "Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden  matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno" (Mateo 10:28).

El cristiano que está seguro puede sonreír con desdén sobre todos sus enemigos y decir: "¿Es esto lo peor que podéis hacer?" ¿Qué es lo que decimos nosotros como cristianos? ¿Estamos asegurados de que nuestra alma está a salvo, y que momentos después de nuestra disolución será recibida por Cristo en una morada eterna? Si estamos seguros de eso, nunca nos preocupemos por el instrumento y medio de nuestra muerte.