Versículo para hoy:
viernes, 11 de octubre de 2024
SANTIDAD - J. C. RYLE (1816-1900)
La seriedad de la batalla del cristiano
Algunos pueden pensar que estas afirmaciones son demasiado fuertes. A ustedes les puede parecer que estoy exagerando y que me estoy excediendo con lo que digo. Se dice por allí que los hombres y las mujeres, de hecho, podrán llegar al cielo sin todas estas dificultades, guerras y luchas. Préstenme atención por unos minutos y les mostraré lo que tengo que decir en nombre de Dios. Recuerden la máxima del general más sabio que jamás hubo en Inglaterra: "En tiempo de guerra el peor error es subestimar al enemigo, y tratar de librar una guerra pequeña". La guerra cristiana no es algo de poca importancia. Denme su atención y consideren lo que digo.
¿Qué dicen las Escrituras? (1) "Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna". (2) "Sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo". (3) "Vestíos de toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes". (4) "Esforzaos a entrar por la puerta angosta". (5) "Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece". (6) "No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada". (7) "El que no tiene espada, venda su capa y compre una". (8) "Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos". (9) "Te encargo que... milites por ellas la buena milicia, manteniendo la fe y buena conciencia". (1 Ti. 6:12; 2 Ti. 2:3; Ef. 6:11-13; Lc. 13:24; Jn. 6:27; Mt. 10:34; Lc. 22:36; 1 Co. 16:13; 1 Ti. 1:18, 19).
Palabras como éstas me parecen muy claras, sencillas e inequívocas. Todas enseñan una y la misma gran lección, siempre y cuando estemos dispuestos a aprenderla. Esa lección es que el verdadero cristianismo es una lucha, una pelea y una guerra. Me parece a mí que el que pretenda condenar la "guerra espiritual" y enseñe que hemos de estar quietos y "someternos a Dios", entiende mal su Biblia y comete un grave error.
¿Qué dice el Servicio Bautismal de la Iglesia Anglicana? Aunque a ese servicio le falta inspiración y que, al igual que cualquier composición que no es inspirada, tiene sus defectos; para los millones de miembros de la Iglesia Anglicana alrededor del mundo se usan las siguientes palabras: "Te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo", "Marco a este niño con la señal de la cruz, como una muestra de que de aquí en adelante no se avergonzará de confesar la fe de Cristo crucificado; y peleará varonilmente bajo su estandarte contra el pecado, el mundo y el diablo y que seguirá siendo un soldado y siervo fiel de Cristo hasta el final de su vida".
Por supuesto que todos sabemos que en incontables casos el bautismo no es más que una formalidad y que los padres de familia traen a sus hijos a la fuente bautismal sin tener fe, ni orar ni reflexionar. El que suponga que el bautismo en estos casos actúa mecánicamente, como un medicamento, y que tanto progenitores piadosos como impíos, que oran o no oran, obtienen el mismo beneficio para sus hijos debe estar en un extraño estado mental.
Pero de cualquier manera, una cosa es muy cierta. Cada miembro de la Iglesia bautizado, es a partir de su profesión de fe, un "soldado de Jesucristo" y asume el compromiso de pelear "bajo su estandarte contra el pecado, el mundo y el diablo". El que lo duda, que tome su Libro de Oraciones, lo lea, lo subraye y aprenda su contenido. Lo peor de todo es que muchos miembros muy celosos de la Iglesia Anglicana ignoran totalmente lo que contiene su propio Libro de Oraciones.