3- TIEMPOS QUE REQUIEREN UN CUIDADO ESPECIAL DEL CORAZÓN
11. EL TIEMPO DE LOS SUFRIMIENTOS POR LA FE
Otro tiempo en el que el corazón ha de guardarse con toda diligencia es cuando se ponen sobre nosotros sufrimientos por nuestra fe. Bendito es el hombre que en este tiempo no se ofende en Cristo.
Sea cual sea el tipo o grado de nuestros sufrimientos, si son por causa de Cristo y del Evangelio, no escatimemos ninguna diligencia para guardar nuestro corazón. Si nos vemos tentados a encogernos o vacilar bajo ellos, permitamos que las siguientes consideraciones nos ayuden a repeler y a superar la instigación.
Ah, si valorásemos el nombre de Cristo tanto como los hombres impíos valoran sus propios nombres, no dejaríamos que el suyo fuese expuesto al desprecio de esta manera. ¿Acaso las orgullosas cenizas y el polvo no temen la muerte y el infierno más que ver desgraciados sus nombres? ¿Y nosotros no soportaremos nada por mantener el honor de Cristo?
En segundo lugar ¿Nos atreveremos a violar nuestra conciencia dando gusto a nuestra carne y sangre?
¿Quién nos consolará cuando nuestra conciencia nos acuse y condene? ¿Qué felicidad puede haber en la vida, en la libertad o en los amigos cuando la paz interior es arrebatada? Consideremos bien lo que hacemos.
En tercer lugar ¿No es el interés público de Cristo una causa mucho más importante que cualquier interés propio? ¿No preferiremos su gloria y la prosperidad de su reino antes que cualquier otra cosa? ¿Debería un sufrimiento temporal, o cualquier sacrificio que nos veamos llamados a hacer entrar en competición con el honor de su nombre?