Versículo para hoy:
miércoles, 10 de abril de 2019
10 de abril – LLUVIAS DE MISERICORDIA
Y dijo Manoa a su mujer: Ciertamente moriremos, porque a Dios
hemos visto. Jueces 13:22.
Para Manoa y para su
mujer fue el mayor gozo posible de la vida, el clímax de su ambición, que
serían los padres de un hijo por medio de quien el Señor comenzaría a liberar a
Israel. De tan solo pensarlo, el gozo los inundaba, un gozo indecible; pero en
el momento en que recibieron la noticia, al menos Manoa se sintió tan cargado
en el espíritu que dijo: «Ciertamente moriremos, porque a Dios hemos visto».
Tómalo como una regla general: los cielos nublados pronostican una lluvia de
misericordia. Cuando experimentes una terrible aflicción, espera un dulce
favor. ¿No te acuerdas, con relación a los apóstoles, que sintieron temor
cuando entraron en la nube en el monte Tabor? Y, no obstante, fue en esa nube
que vieron a su Maestro transfigurado, y tú y yo hemos tenido mucho miedo
cuando entramos a la nube, aunque estuvimos ahí para ver más de Cristo y su
gloria que nunca antes. La nube que temes es la pared externa de la recámara
secreta donde el Señor se revela a sí mismo.
Yo sí creo que cada vez
que el Señor está a punto de usarnos en su familia, nos toma como si fuéramos
un plato y nos limpia por completo y nos pone en el estante y luego nos baja y
pone ahí mismo su propia carne celestial con la cual llenará las almas de
otros. Como regla debe haber un vaciamiento, un virar al revés y dejar a un
lado, antes de que venga la mayor bendición. Manoa sentía que debía morir y no
obstante no podía morir porque él sería el padre de Sansón, el liberador de
Israel y el terror de los filisteos.
A través de la Biblia en un año: Deuteronomio
32-34
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