Versículo para hoy:
lunes, 9 de marzo de 2020
9 de marzo - No siendo ya extranjeros - Ray Stedman
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Pablo dice que aquellos de nosotros
que hemos venido a Cristo ya no somos extranjeros ni forasteros. Para
empezar, somos “conciudadanos de los santos”. Ha entrado usted en un nuevo
reino. Ha cambiado su ciudadanía y se encuentra ahora bajo otra autoridad.
Nosotros damos por sentado los derechos de la ciudadanía norteamericana, de
tal manera que casi nos hemos olvidado del hecho de que nos encontramos bajo
autoridad. El gobierno tiene ciertos poderes sobre nosotros. Nos encontramos
bajo autoridad, que es la primera característica de la ciudadanía.
Pero lo que hace que nos regocijemos
en nuestra ciudadanía es que disfrutamos de ciertos privilegios. Cuando yo
viajo al extranjero me alegra siempre ser un ciudadano americano debido a que
puedo disfrutar la protección que otras personas no tienen. En el reino de
Dios tiene usted la protección de un Rey. Hay poder a su disposición, el
poder de la resurrección, la clase de poder que obra mucho más allá de la
manera de pensar y de los planes humanos, y Dios le invita a usted a pedirle
Su ayuda respecto a ese recurso, siempre que lo necesite usted.
En segundo lugar, somos “miembros
de la familia de Dios”. Este es un avance acerca del primer punto. Somos
miembros de la propia familia íntima de Dios. Un hijo siempre es de categoría
superior a cualquier embajador, gobernador o secretario. Una biografía de
Abraham Lincoln contaba un incidente cuando el presidente estaba con gabinete
en una reunión de importancia crucial. Estaban en la sala del gabinete cuando
alguien llamó a la puerta. Allí estaba Willy, el hijo de diez años del
presidente, que quería ver a su padre. Lincoln dejó a todos los miembros del
gabinete para ver qué era lo que quería Willy. Willy era superior a todos los
allí reunidos. Esta es la gran verdad que está intentando explicar Pablo para
nuestros corazones, que hace que tengamos acceso al Padre que es el Rey y
tiene una enorme autoridad y poder en los asuntos del mundo.
En tercer lugar, Pablo continúa
hablando acerca de una relación más íntima: Usted ha sido edificado “sobre el
fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo la principal piedra del
ángulo Jesucristo mismo”. Es posible que esto dé la impresión de ser en
cierto modo menos importante. Después de todo, un edificio es un objeto un
tanto frío e impersonal en comparación con la relación de una familia. Pero
de hecho el apóstol se está acercando aun más, refiriéndose a una relación
íntima, porque está enfatizando la intimidad de los miembros de la misma
habitación de Dios, los unos con los otros y con el Señor.
Es posible para los miembros de una
familia encontrarse dispersos por la tierra. Pero en la estructura del
edificio, ninguna separación de las piedras que forman los muros es posible.
Si se separasen las piedras, el edificio se derrumbaría, de modo que el
apóstol nos está mostrando una relación más íntima.
Padre, ayúdame a recordar que en
los tiempos de dificultad tengo el privilegio y los recursos que muchos no
han reclamado jamás. Ayúdame a vivir en la plenitud de Tu provisión que Tú
tienes para mí, no como un siervo, sino como un hijo del Dios viviente.
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Aplicación a la vida
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La ciudadanía implica privilegio.
¿Cuáles son los privilegios únicos y los recursos que se encuentran a
disposición de las personas que son ciudadanos del reino de Dios y miembros
de Su familia?
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