Versículo para hoy:

viernes, 24 de mayo de 2024

GUARDANDO EL CORAZÓN - JOHN FLAVEL

 
3- TIEMPOS QUE REQUIEREN UN CUIDADO ESPECIAL DEL CORAZÓN

2.    EL TIEMPO DE ADVERSIDAD

En cuarto lugar, Dios tiene la misma consideración por nosotros tanto cuando estamos en una condición baja como cuando estamos en una alta, por eso no debería ser tanto problema para nosotros que nos ponga en baja condición. Él manifiesta más de su amor, gracia y ternura en tiempos de aflicción que en tiempos de prosperidad.

Dios no nos eligió en primer lugar porque fuésemos personas destacadas, así que no nos va a abandonar porque seamos personas humildes. Los hombres pueden darnos la espalda y alterar su respeto por nosotros si nuestra condición se altera. Cuando la providencia ataca nuestras posesiones, los amigos del verano pueden convertirse en extraños, temiendo que podamos ser un problema para ellos, pero ¿acaso hará Dios lo mismo? No, no: "No te desampararé, ni te dejaré" (Hebreos 13:5) dice el Señor. Si la adversidad y la pobreza pudiesen impedirnos el acceso a Dios, serían una condición deplorable en verdad. Pero lejos de esto, podemos acercarnos a Él tan libremente como siempre. "el Dios mío me oirá" (Miqueas 7:7), dice la iglesia.

El pobre David, cuando le fueron arrebatadas todas las comodidades terrenales, pudo tener ánimo en el Señor su Dios ¿y nosotros no podremos?
Supongamos que nuestro cónyuge o hijo haya perdido todo en el mar, y venga a nosotros envuelto en harapos ¿le negaríamos la relación con nosotros o rehusaríamos atenderle? Si no lo harías, mucho menos lo hará Dios. ¿Por qué entonces nos alteramos tanto? Aunque nuestra condición cambie, el amor de nuestro Padre no cambia.

En quinto lugar, ¿No puede ser que, mediante la pérdida de las comodidades externas Dios esté preservando nuestras almas del poder de la tentación que nos lleva a la ruina? En ese caso tenemos poco motivo para hacer que nuestro corazón se hunda en tan tristes pensamientos. ¿Acaso los disfrutes de este mundo no hacen que la gente se agite y cambie en los tiempos de prueba? Por amor a esas cosas muchos han abandonado a Cristo en esos tiempos. El joven rico "se fue triste, porque tenía muchas posesiones". Si este es el diseño de Dios ¡cuán desagradecido es murmurar contra Dios por ello!

Los marineros en medio de la tormenta son capaces de tirar por la borda las cargas más valiosas con tal de preservar sus vidas. Sabemos que es normal que los soldados de una ciudad bajo asedio destruyan los mejores edificios fuera de las murallas, en los cuales los enemigos pudiesen tomar refugio. Y en estos casos nadie duda de que lo que hacen es lo más sabio.Aquellos que tienen miembros gangrenados los presentan voluntariamente para ser cortados, y no solo dan las gracias al cirujano, sino que también le pagan. 
¿Hemos entonces de murmurar contra Dios por echar fuera aquello que nos puede hundir en la tormenta, por derribar aquello que puede ayudar a nuestro enemigo en el asedio de la tentación, por cortar aquello que puede poner en peligro nuestra vida eterna?

¡Oh, hombres desconsiderados y desagradecidos! ¿Acaso no son estas cosas por las que nos lamentamos, las mismas cosas que han arruinado a miles de almas?