Versículo para hoy:
lunes, 21 de mayo de 2018
MAYO 21
“Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán”.
Eclesiastés 11:3.
Entonces ¿por qué tememos
las nubes que ahora oscurecen nuestro cielo? Es verdad que esconden el sol por
un poco de tiempo, pero el sol no se apaga: pronto brillará otra vez. Entre
tanto esas nubes oscuras están llenas de agua; y cuanto más oscuras son, más
probable es que darán lluvias abundantes. ¿Cómo puede haber lluvia sin nubes?
Nuestras penas siempre
nos han traído bendiciones, y siempre las traerán. Son los carros oscuros de
gracia radiante. Estas nubes se derramarán antes de mucho, y cada hoja de
hierba tierna estará más alegre a causa de la lluvia. Nuestro Dios nos puede
bañar en tristeza, pero no nos anegará en ira; más bien, nos refrigerará con
misericordia.
Las cartas amorosas de nuestro Señor muchas veces llegan a
nuestras manos en sobre de luto. Sus carros hacen ruido, pero están cargados de
beneficios. Su vara echa flores dulces y frutas nutritivas. No estemos afanosos
acerca de las nubes; antes bien, cantemos porque las nubes y las lluvias de
abril nos traen las flores de mayo.
¡Oh Señor, las nubes son
el polvo de tus pies! ¡Cuán cerca estás en el día nublado y oscuro! El amor te
ve, y se alegra: la fe ve las nubes derramándose, y haciendo que los collados
se ciñan de alegría.
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