Versículo para hoy:
viernes, 23 de noviembre de 2018
NOVIEMBRE 23
“Jehová tu Dios echará a estas gentes de delante de ti poco a poco”.
Deuteronomio 7:22.
No esperemos ganar
victorias para el Señor Jesús de un solo golpe. Los principios y las costumbres
malas se dejan con dificultad. En algunos sitios toma años de trabajo echar
fuera aún uno de los muchos vicios que deshonran a los habitantes. Tenemos que
proseguir la guerra con toda nuestra fuerza, aun cuando vemos poco resultado.
Nuestro trabajo en este
mundo es conquistarlo para Jesús. No tenemos que entrar en negociaciones, sino
exterminar los males. No tenemos que buscar la popularidad, sino hacer guerra
sin cesar contra la iniquidad. La incredulidad, el papismo, la bebida, la
impureza, la opresión, el carácter mundano, el error; todos estos tienen que
ser echados fuera.
Sólo el Señor nuestro
Dios puede hacer esto. Él trabaja por sus siervos fieles; y bendito sea su
nombre, Él promete que así trabajará. “Jehová tu Dios echará a estas gentes de
delante de ti”. Esto hará poco a poco, para que aprendamos la perseverancia,
aumentemos en fe, velemos con ardor y evitemos la confianza carnal. Demos
gracias a Dios por un poco de éxito, y oremos por más. Nunca envainemos la
espada hasta que toda la tierra sea ganada por Jesús.
¡Ánimo, alma mía! Sigue
poco a poco, porque muchos pocos harán un conjunto grande.
NOVIEMBRE 22
“En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, la maldad de Israel será
buscada y no parecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán; porque
perdonaré a los que yo hubiere dejado”. Jeremías 50:20.
¡Esta sí que es una
palabra gloriosa! ¡Qué perdón más amplio se promete aquí a las naciones
pecadoras de Israel y Judá! El pecado será quitado de tal manera que no
parecerá, y borrado que no se hallará. ¡Gloria al Dios perdonador!
Satanás busca los pecados
para acusarnos de ellos, nuestros enemigos los buscan para culparnos de ellos y
nuestra conciencia los busca con un deseo morboso. Pero cuando el Señor nos
aplica la sangre preciosa de Jesús, no tememos ninguna clase de investigación,
porque no parecerán: “no se hallarán”. El Señor ha hecho que los pecados de su
pueblo ya no existan. Él ha dado fin del pecado y expiado la iniquidad. El
sacrificio de Jesús ha echado todos nuestros pecados en lo profundo del mar.
Esto nos hace saltar de gozo.
El motivo de la
cancelación del pecado es que Jehová perdona a sus escogidos. Su palabra de
gracia es no solamente real, sino divina. Él da la absolución y somos
absueltos. Él es nuestra propiciación y su pueblo está fuera de todo temor de
la condenación. ¡Bendito sea el nombre de nuestro Dios que quita el pecado!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)