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¿Qué significa el hombre interior?
Muchos consideran que esto se refiere al alma, con sus facultades de la
razón, las emociones y la voluntad. Pero yo no creo que sea esto a lo que se
refiere Pablo aquí, porque en 2 Corintios 4 nos da una clave acerca de lo que
quiere decir cuando se refiere al “hombre interior”. Está diciendo que aunque
“nuestro hombre exterior se va desgastando, el hombre interior no obstante se
renueva de día en día” (4:16). Es decir, para los cristianos hay algo de
nosotros que se está volviendo viejo, degenerándose y deteriorándose, pero al
mismo tiempo hay algo en nosotros que se está volviendo más vital, aumentando
y volviéndose más rico, más profundo y más fuerte cada día que vivimos. Eso
es a lo que llama “el hombre interior”.
Su alma se envejece de la misma
manera que le sucede a su cuerpo. Está claro que el alma forma parte de
nuestra vida, que a su vez es parte de la persona exterior, que perece día
tras día.
Pero ese no es el hombre interior.
El hombre interior es el espíritu humano y es ahí donde Dios comienza la obra
de recuperación. No en el ámbito de nuestros sentimientos, sino en lo que los
psicólogos denominarían el dominio del subconsciente, la parte más profunda
de nuestra vida, el elemento fundamental de nuestra naturaleza. Cuando se
siente usted realmente desanimado, cuando se siente verdaderamente angustiado
y se ha dado por vencido, generalmente se describe este estado como abatimiento,
que es un término de lo más apropiado. No se trata sencillamente de una
cuestión de aburrimiento temporal, porque eso tendría que ver con el ámbito
del alma. Vemos, por lo tanto, que esto es algo que afecta al espíritu, que
es el nivel más profundo de la vida humana, de modo que se siente usted
dominado por la desesperación y la indiferencia.
Es ahí donde debe empezar la
recuperación y a lo que el apóstol se refiere aquí es a la capacidad del
Creador mismo, que es nuestro Padre amoroso, que nos transmite una nueva
infusión de fuerzas por medio de Su Espíritu a nuestro espíritu, que es el
ser interior. En 1 de Corintios 12 Pablo dice, hablando acerca de los
creyentes: “porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo…
y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu” (v. 13). Para eso es
nuestro espíritu humano, para beber del Espíritu de Dios a fin de que podamos
ser refrescados y revitalizados. De la misma manera que al tomar una bebida
su cuerpo se refresca, el beber del Espíritu refresca su espíritu, en el
nivel más profundo de su vida.
Ese no es el ámbito de los
sentimientos. Nos obsesionamos de tal manera con este proceso de la
recuperación espiritual que hace que estemos deseando siempre sentirnos bien
de inmediato. Llegará un momento en que nos sentiremos aliviados, pero no
empieza ahí, sino que comienza al nivel del espíritu y puede que no sea nada
más que tomar conciencia de tener la seguridad de que las cosas se van a
solucionar.
Este paso inicial no es
responsabilidad de usted, sino de Dios. Todo cuanto se necesita es que usted
se lo pida. Pablo estuvo orando para que les fuese concedido a estos efesios.
Cuando nosotros pedimos a este nivel, Dios promete contestar a nuestras
oraciones.
Padre, te doy gracias por poder
venir a Ti y pedirte que me fortalezcas en mi hombre interior y que gracias a
Tu gran amor pueda confiar en que Tú vas a contestar al clamor de mi corazón.
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Aplicación a la vida
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¿Qué sabemos exactamente acerca de
nuestro ser interior? ¿Es posible que todavía necesitemos conocer de verdad
la vida de Cristo en nosotros por medio de la fe? ¿Cuál es nuestra
responsabilidad en ese sentido?
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Versículo para hoy:
jueves, 12 de marzo de 2020
12 de marzo - El hombre interior - Ray Stedman
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