jueves, 18 de julio de 2024

GUARDANDO EL CORAZÓN - JOHN FLAVEL

 

3- TIEMPOS QUE REQUIEREN UN CUIDADO ESPECIAL DEL CORAZÓN

10. EL TIEMPO DE DUDA Y DE OSCURIDAD ESPIRITUAL.

MOTIVOS PROPIOS PARA EL ABATIMIENTO

1. Recaída en pecados anteriores

¿Hemos caído en pecados de los que ya nos habíamos recuperado con vergüenza y dolor? Puede que concluyamos de eso, que estamos pecando con consentimiento y con frecuencia, y que nuestra oposición al pecado era hipócrita. Pero no demos todo por perdido apresuradamente.

¿Acaso no se renueva nuestro arrepentimiento y el cuidado que ponemos en no pecar con la misma frecuencia que pecamos? ¿Acaso no es el pecado en sí mismo lo que nos preocupa, y acaso no es verdad que, cuanto más pecamos más nos angustiamos?

Esto no sucede cuando se peca de forma normal. Es excelente lo que Bernard dice de esto: "Cuando un hombre acostumbrado a contenerse peca abultadamente, se le hace insoportable. Es como si descendiese vivo al infierno. Con el tiempo no parece insoportable, sino pesado, y entre insoportable y pesado la diferencia no es pequeña. Luego, el pecar se vuelve ligero, su conciencia apenas lo golpea y la persona no presta atención a los reproches de esa. Después ya no solo es insensible a la culpa, sino que aquello que le resultaba amargo y desagradable se convierte en algo dulce y placentero en cierta medida. Aún después se hace costumbre, y no solo agrada, sino que lo hace habitualmente. A su debido tiempo la costumbre se convierte en naturaleza, y la persona no puede ser disuadida de la misma, sino que la defiende y ruega por ella".

Así es el pecado habitual y permitido. Ese es el camino del impío. Pero ¿no es nuestro camino contrario a esto?

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