"Añadid a vuestra fe, virtud", 2 Pedro 1:5
Añadid implica que hay algo que nosotros debemos realizar. Corremos el riesgo de olvidar que no
podemos hacer lo que Dios hace y que Él no hará lo que nosotros debemos hacer. No podemos salvarnos
ni santificarnos a nosotros mismos. Dios es el que lo hace.
Pero Él no nos dará carácter ni buenos hábitos de compartimiento y no nos obligará a caminar rectamente
delante de Él. Todo eso tenemos que hacerlo nosotros mismos. Debemos ocuparnos en la salvación
personal que Dios ha obrado en nosotros (ver Filipenses 2:12). Añadid implica desarrollar el hábito de
hacer cosas, lo cual es difícil en la etapa inicial. Tomar la iniciativa significa que comienzas a instruirte en
el camino por el que debes andar.
Cuídate de preguntar por el camino cuando lo conoces perfectamente bien. Toma la iniciativa, deja de
vacilar y da el primer paso. Sé decidido cuando Dios habla, obedece en fe y de inmediato lo que Él dice y
nunca cambies tus decisiones iniciales. Si vacilas cuando Dios te ordena hacer algo, pones en peligro tu
posición firme en la gracia. Toma la iniciativa, tómala tú mismo, da el paso voluntariamente y al instante,
y hazlo de tal modo que resulte imposible volver atrás. Quema los puentes que están detrás de ti. Di:
"Escribiré esta carta", "pagaré esa deuda" y luego hazlo. Que sea algo irrevocable.
Debemos adquirir la costumbre de escuchar a Dios con atención, en todo y desarrollar el hábito de
descubrir lo que Él dice y obedecerle. Si cuando se presenta una crisis nos volvemos de manera instintiva
hacia Dios, esa actitud indica que el hábito se ha formado. Debemos tomar la iniciativa en el lugar donde
estamos y no donde no estamos.
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