"Pero cuando agradó a Dios...", Gálatas 1:15
Como siervos de Dios debemos aprender a hacer lugar para Él, es decir, darle "libertad de acción".
Calculamos, estimamos y predecimos que esto o aquello sucederá, pero se nos olvida darle cabida a Dios
para que Él siga adelante como quiera. ¿Nos sorprendería si Dios hiciera su entrada en nuestra reunión o
predicación de una manera que nunca hubiéramos esperado? No busques que Dios intervenga de una
forma particular, sólo búscalo a Él: La manera de hacerle espacio a Dios es esperando que se presente,
pero no de un cierto modo. Por mucho que conozcamos a Dios, la gran lección que debemos aprender es
que Él puede irrumpir en cualquier momento. Somos propensos a pasar por alto este elemento de
sorpresa. Sin embargo, Dios nunca obra de una manera diferente. Él entra repentinamente en nuestra vida:
"... cuando Dios...tuvo a bien" Gálatas 1:15, LBLA.
Mantén tu vida en un contacto tan permanente con Dios que se pueda manifestar su poder sorprendente en
cualquier momento. Vive siempre a la expectativa y dale lugar para que entre cuando Él lo decida.
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