lunes, 25 de julio de 2016

Quietud y silencio - Lucy Reyna Orozco Meraz

“Oh Dios, no permanezcas en silencio; no calles, oh Dios, ni te quedes quieto”. Sal. 83:1

Cuando Dios pareciera no responder, es quizás cuando más claramente te habla, te invitamos a leer el artículo:

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