viernes, 13 de marzo de 2020
13 de marzo - Por qué existe la iglesia - Ray Stedman
Todo este pasaje es un resumen
condensado del motivo por el que existe la iglesia y una declaración acerca
de lo que debería de ser su función. ¿Qué es lo que dice Pablo que debería
hacer la iglesia ante las desesperadas exigencias de las demandas humanas? Su
respuesta es: “Llevad una vida digna del llamamiento que habéis recibido”.
¿Qué es lo que quiere decir? Lo que quiere decir es: “¡Obedeced vuestras
órdenes!” Seguid la dirección de la Cabeza de la iglesia; seguid la
estrategia divina, no lo que es evidentemente el consejo superficial de las
gentes. No se espera que la iglesia invente su propia estrategia o que se
proponga la misma meta. La iglesia no es una organización independiente que
existe gracias a su propia fortaleza. No podremos entender nunca este cuerpo
que existe en la sociedad humana a menos que lo consideremos como algo más
que una organización. Piense usted en las imágenes de que se vale el apóstol
respecto a la iglesia en esta epístola: la iglesia es un ejército bajo el
mando del Rey. Un ejército que no obedece a su comandante no sirve para nada
como una organización para luchar.
La iglesia es un cuerpo bajo el
control de la Cabeza, y ¡qué tragedia es cuando el cuerpo humano se niega a
responder a la dirección de la cabeza! La iglesia es un templo para la
habitación y uso exclusivo de una Persona que vive en su interior, que tiene
el derecho a hacer con esa habitación lo que desee. De manera que esta es la
palabra del apóstol dirigida a nosotros: “Llevad una vida digna del
llamamiento que habéis recibido”. Seguid la meta que ha determinado para
vosotros vuestro Capitán.
Esta es una era revolucionaria. Los
vientos huracanados de cambio soplan por todas partes en nuestro mundo. La
raza humana está agitada y con una rebelión desenfrenada. ¿Qué es lo que
deben de hacer los cristianos en esta hora? ¿Debemos renunciar al mensaje más
revolucionario que el mundo jamás ha escuchado, que puede llegar a él desde
otra procedencia, quedándonos satisfechos con hacer lo que puede hacer
cualquier otra persona del mundo?
¿Nos convertiremos en tan sólo otro
grupo de acción política o sucumbiremos a la falacia de que el cambio,
cualquier clase de cambio, representa progreso? ¡No lo permita Dios!
Lo que el apóstol desea es que
prestemos atención a nuestro llamamiento, que renovemos nuestro compromiso al
Señor, que es el responsable de todas las cosas, a fin de ser individualmente
responsables de transmitir estas buenas nuevas radicales, revolucionarias,
que transforman la vida a toda la sociedad, que invadamos la vida comercial e
industrial, la educación y la enseñanza, las artes y la vida familiar, la
moral y el gobierno con este tremendo mensaje, que no tiene igual.
Padre, ayúdame a darme cuenta de
que el único impacto que puedo tener en este mundo es siendo fiel a Ti y al
mensaje que me ha sido transmitido. Es mi deseo que Tu iglesia esté formada
por personas que, sobre todo, obedezcan Tus órdenes.
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Aplicación a la vida
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¿Cómo permitimos cada uno de
nosotros que el Señor continúe realizando en nuestro interior Su ministerio
en la tierra? ¿De qué manera encaja esto con el propósito y la función de la
iglesia de la cual Cristo es la Cabeza?
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